Los chalés de Bixquert nunca han dejado de estar en el blanco de los ladrones. Pero lo que los vecinos denuncian estos días es una auténtica «oleada de criminalidad». Los asaltos, posiblemente perpetrados por una misma banda organizada, se han concentrado especialmente en el Camí de la Pedrera, una vía muy larga, estrecha y poco iluminada donde no resulta demasiado complicado esconderse y pasar desapercibido. En un lapso de apenas tres días, la asociación vecinal del diseminado residencial de Xàtiva ha tenido constancia de al menos cuatro viviendas afectadas por los allanamientos, aunque en algún caso el robo se ha quedado en tentativa. Un canal informativo de wasap conecta a los residentes y les permite ayudarse y comunicarse mutuamente las incidencias.
Si bien los delincuentes suelen actuar después de confirmar que los dueños no están en casa, lo que más preocupa al colectivo es que en uno de los últimos domicilios asaltados los ladrones intentaron entrar a las dos de la tarde y con los moradores de la casa dentro, una presencia que les habría terminado disuadiendo. Por el momento no hay información sobre hechos especialmente violentos, pero el temor se respira en el ambiente. Los autores intervienen forzando puertas, ventanas y rejas. Los destrozos materiales son en muchas ocasiones mayores que el valor de los efectos sustraídos. «En Bixquert los ladrones han solido actuar en casas de gente que solo subía en verano, pero ahora estamos viendo que también asaltan los chalés de residentes que viven todo el año, porque cada vez son más las casas habitadas», sostiene la presidenta de la asociación vecinal, Silvia di Giorgio. «Estamos en una zona de campo diseminada y con muy poca iluminación que ha sido desde hace tiempo objetivo para los ladrones, pero ahora se están registrando robos con muchas más frecuencia», advierte.
Sesión formativa antirrobos
Por todo ello, el colectivo ha organizado un taller formativo donde un experto ofrecerá a los vecinos consejos para la autoprotección y prevención de robos. La sesión, con el título «¿Miedo a que te roben en Bixquert?» se ha programado el sábado a las 11.30 horas en el Club Camp Bixquert, cerca de donde se están focalizando los últimos asaltos. En la charla se desgranarán medidas sencillas que pueden adoptar los propietarios para ponérselo difícil a los cacos. Un ejemplo: en ocasiones las rejas y verjas de entrada a los inmuebles no están colocadas de la forma más idónea y son fácilmente penetrables. Di Giorgio subraya que uno de los de los objetivos del taller, al que le seguirán otros, es «fortalecer el sentimiento de comunidad» y el apoyo mutuo entre los residentes, a quienes se ha hecho un llamamiento para que adviertan de la presencia de coches o actitudes sospechosas en el diseminado.
«No me gusta ser alarmista, pero cada dos días nos llegan noticias de que a alguien le han entrado a robar», explica la presidenta vecinal, que señala que los allanamientos se producen «sobre todo los viernes por la noche». Pese al anuncio de los drones como medida disuasoria de vigilancia en Bixquert, los vecinos siguen echando en falta una mayor presencia policial. «La gente necesita sentirse segura. Nos tranquilizaría mucho más ver a alguna que otra patrulla», zanja Di Giorgio.
