A falta de tres meses para las elecciones municipales, Compromís se ha quedado oficialmente sin representación en el Ayuntamiento de Xàtiva y en el Govern de Sant Domènec. Como era de esperar, los intentos de las tres regidoras que formaban parte de la coalición de conservar el grupo municipal propio no han fraguado después de anunciar hace un mes su baja del partido entre duras críticas a la dirección. La secretaría de organización de Compromís se ha encargado de remitir un escrito al consistorio que ha terminado forzando la baja de las ediles del grupo, de cuya disolución oficial se dará cuenta en el pleno municipal de mañana.
Como avanzó este diario, las concejales Cristina Suñer, Empar Penadés y Pilar Gimeno agotarán lo poco que queda de legislatura sin estar adscritas a ninguna formación política, si bien mantendrán su puesto en las diferentes comisiones informativas y sus delegaciones de gobierno. Los concejales no adscritos conservan el sueldo y el derecho a voz y voto en el pleno, las comisiones y en los órganos de gobierno, pero se ven privados de la dotación económica con la que cuentan todos los grupos políticos en el presupuesto municipal, así como de la posibilidad de tener asesores. En este caso, Compromís tenía asignada una secretaria cuyo sueldo paga el consistorio. En declaraciones a la Ser, la segunda teniente de alcalde y regidora de Urbanismo y Sanidad, Cristina Suñer, dijo ayer que se trata de una«situación muy triste» para las tres regidoras, pero manifestó que van a continuar «trabajando por Xàtiva siempre».
La posibilidad de que las representantes municipales articulen una candidatura en las elecciones bajo una marca alternativa junto a los militantes que se marcharon de Compromís parece seguir estando encima de la mesa, puesto que la opción no ha sido descartada por las concejales díscolas cuando han sido preguntas en diferentes medios al respecto.
