Son dos alcaldes de referencia en la Costera y la Vall del mejor momento político que atraviesa la coalición Compromís en sus 40 años de trayectoria si se suman las etapas de la UPV, el BNV, Bloc en solitario... De ahí que Vicent Muñoz (la Font de la Figuera) y Josep Antoni Albert (Albaida) han repetido como candidatos a la alcaldía con plenitud de apoyos y sin ninguna disidencia interna.
Muñoz, maestro y logopeda, es concejal desde 2007 (en el gobierno desde 2011 como socio del PSPV-PSOE y teniente de alcalde, y como primer edil desde 2015) y se enfrenta a varias causas judiciales por denuncias presentadas por la oposición del PP en cuatro años marcados por una gran crispación en el ayuntamiento. Compromís, su formación, destaca su gestión y asegura que bajo su mandato «se ha producido la inversión más grande que se recuerda en el pueblo, con subvenciones y ayudas que se estima superan los seis millones de euros».
Por su parte, Albert afronta ya sus terceras elecciones como cabeza de cartel de la formación nacionalista y se examina ante el electorado de sus dos mandatos (ocho años) como primer edil albaidense. En su caso, los gobiernos de coalición con los socialistas han ido minando al PSPV-PSOE (que tiene un respaldo electoral bajo mínimos en Albaida) y aupando a Compromís, que en 2015 cosechaba una histórica mayoría absoluta con siete de los tercer ediles y que casi dobló en votos al antaño hegemónico PP, que sumó cuatro. Una reducción de la deuda municipal heredada de los años de despilfarro popular es el principal rasgo de la gestión de Albert.
No tiene tanto respaldo electoral Muñoz. En 2015 el PP ganó los comicios y sumó cinco ediles. Es más, el bloque de izquierdas (tres Compromís, dos el PSPV) quedaba detrás del conservador, ya que Ciudadanos sacó un concejal. Pero la edil natanja se alineó con Compromís y desbancó al PP.
