Si el 8 de marzo de 2018 marcó un antes y un después en la reivindicación de las luchas feministas, con movilizaciones sin precedentes que se extendieron a las capitales de la Costera y la Vall d'Albaida, la jornada de hoy ha venido a confirmar que lo que ocurrió hace un año no fue ni mucho menos un espejismo.

La consolidación del 8M como exhibición de fuerza se ha demostrado esta mañana cuando la protesta feminista ha tomado la Albereda de Xàtiva en una convocatoria con un alto nivel de respuesta. Pero sobre todo se ha visto esta tarde con la multitudinaria manifestación organizada por la Coordinadora Feminista de la Costera, que ha reunido en esta ciudad a miles de personas, muchas de ellas venidas de otros municipios de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida, para clamar contra la violencia machista, la discriminación laboral y en defensa del feminismo como arma para combatir la desigualdad en los diferentes ámbitos.

El recorrido ha tenido que ampliarse por el incremento de asistentes. La marea humana ha partido de la Casa de les Dones con una cabecera integrada exclusivamente por mujeres ligadas al mundo del asociacionismo. Hombres y representantes políticos han quedado así relegados a un segundo plano para dar visibilidad a las verdaderas protagonistas del Día de la Mujer Trabajadora.

La marcha, que se ha adentrado por el casco antiguo, ha teñido de morado las calles de Xàtiva entre pancartas y cánticos con lemas reivindicativos encabezados por una consigna común: "Si les dones parem, s'atura el món". En la convocatoria, en la que ha participado la Muixeranga de Xàtiva, tampoco ha faltado la música, el ritmo de batucada (a cargo de un grupo íntegro de mujeres) y el baile.

"Calladeta no estàs més guapa". "Juntes serem ivencibles". "No som princeses, som guerreres". "Si nos tocan a una nos tocan a todas". Son algunas de las consignas que se han coreado a lo largo de la manifestación, que ha desembocado en la Albereda. La lectura del manifiesto ha comenzado con un recordatorio al último asesinato machista registrado hoy mismo. "Es muy emocionante e ilusionante que este año seamos más. No obstante, pese a la importante movilización y visiblización que supuso para la reivindicación feminista el 8 de marzo de 2018, nuestras vidas siguen marcadas por las desigualdades, las violencias machistas, la precariedad, la exclusión laboral y social, el racismo y la falta de responsabilidad de la sociedad patriarcal".

El manifiesto ha recordado "a las mujeres que asumieron la exclusión social que les impidió ser quienes querían ser y no pudieron estudiar" . "Hoy somos un 55% de alumnado universitario gracias a mujeres que se convirtieron en activistas al impedir que nietas hijas y sobrinas renunciaran a sus sueños". La coordinadora ha celebrado los derechos conquistados pero ha hecho hincapié en todas las causas todavía vigentes, reclamando además el reconocimiento que se merecen, tanto a nivel social como en las pensiones contributivas, a las mujeres que se dedican a los cuidados, y con el foco muy puesto en la erradicación de la violencia machista y de la discriminación del colectivo LTBI. También han cargado contra la "temporalidad y la incerteza del mercado laboral", denunciando que un 64% de las personas desempleadas son mujeres.