Otro pleno de alto voltaje en la Font de la Figuera con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina. La sesión extraordinaria convocada ayer a petición del PP para disparar una batería de ruegos y preguntas al equipo de gobierno terminó de manera precipitada a los 24 minutos cuando, después de un intercambio de duros reproches y acusaciones, el alcalde, Vicent Muñoz (Compromís) expulsó al portavoz adjunto popular, Elio Cabanes, afeándole sus interrupciones. Los otros 4 regidores del PP optaron también por abandonar en bloque la sala.
La portavoz, Mª José Penadés, tachó de «dictatorial» el talante de Muñoz y le recriminó que no respondiera a ninguna de las preguntas planteadas. El alcalde decidió no contestarlas cuestionando que se convocara el pleno «como un interrogatorio», «sin un orden del día claro» e invitó a la oposición a formular sus dudas por escrito para responderlas «como toca» y con informes técnicos. El PP, en cambio, defendió la celebración de la sesión dentro de su «labor de control y fiscalización» y ante «la falta de respuestas a las cuestiones planteadas en los plenos ordinarios». Los populares dirigieron preguntas a casi todos los concejales y lamentaron que a ninguno se le dejara contestar. Cuestionaron la deficiencias de las pistas deportivas o las carencias del hogar del jubilado y avanzaron que han pedido la ejecución provisional de las sentencias del TSJ que emplazan al consistorio a revocar las delegaciones de la concejala tránsfuga y a reclamarle la devolución de sus emolumentos. El PP también se hizo eco en el pleno «de las críticas al horario y la falta de días de asistencia del servicio de Pediatría». Penadés preguntó «por qué la pediatra antepuso una charla municipal en las escuelas en horario lectivo a la consulta a sus pacientes», quejándose de que su nieta «con solo 4 días de vida» fue citada a las ocho de la mañana «en pleno mes de febrero, poniendo en riesgo la salud de la niña, de la madre y de otros niños con pocos meses de edad».
La tensión fue in crescendo hasta que el PP sacó a relucir el supuesto «acoso» del consistorio a un vecino. «Se le denunció ante Medio Ambiente por acumular escombros y se le talaron varios árboles en propiedad privada, un olivo y dos almendros», dijo Penadés. En este punto, el alcalde responsabilizó a la portavoz popular de lanzar «acusaciones infundadas sin tener en cuenta los informes de los técnicos» y «de no respetar la presunción» de inocencia.
Elio Cabanes, por su parte, aseguró que se estaba infringiendo la Ley de Bases y los derechos fundamentales de los concejales al no responder a las preguntas formuladas en el pasado pleno. A partir de ahí, el portavoz adjunto elevó el tono, interrumpió en diversas ocasiones a Muñoz y obvió sus llamadas al orden hasta que terminó siendo expulsado. «Si se salta la ley y no contesta pierde la legitimidad para decir quién y cuando puede hablar», se justificó Cabanes. El alcalde le replicó que estaba buscando «todo el rato» que lo echara y le afeó su «prepotencia».
El PP, incombustible, ya ha solicitado otro pleno extraordinario. «Un estado de derecho nos legitima para responder al dictador de Compromís que debería estar pensando en irse a su casa por las imputaciones que tiene», sentenció la formación en un comunicado. Muñoz acusó a los populares de «generar una confrontación salvaje» y de «montar el espectáculo» porque «están nerviosos por los que se les viene», zanjó.