Raval no quiere que 2018 sea una excepción; un hito que tarde en repetirse años y años. La falla ganadora del primer premio de Xàtiva del pasado ejercicio (galardón que ya apuntaba con ganar en 2017) es de nuevo una de las cuatro aspirantes. Pero tendrá enfrente a las habituales. La Sección Especial de Xàtiva lleva unos cuantos años con cuatro fijas: Raval, Ferroviària, República Argentina y Espanyoleto. Las cuatro optan de nuevo al Gordo, al banderín supremo de 2019. Con los mismos artistas. Los premios se entregan hoy en el Ayuntamiento de Xàtiva (desde las 19.00 horas). Las primeras quinielas aseguran que el primer puesto está más del lado de Argentina y Raval que de las otras dos. Pero todas tienen sus posibilidades porque no sólo monumentalidad y volumen conducen al premio. Como ya saben algunas de estas cuatro comisiones.
En la sección Tercera de las fallas de Xàtiva compiten este año Corts Valencianes, Passeig-Cardenal Serra, Mercat, El Cid-Trinitat, Tetuán-Sant Francesc y Sant Jaume. La Sección Segunda la integran El Carme, Juan Ramón Jiménez, Abú Masaifa, Sant Feliu y Selgas-Tovar. Luchan por el premio de la Sección Primera Sant Jordi, Benlloch-Alexandre VI, Murta-Maravall y Molina-Claret.
En la Sección Especial se miden por cuarto año consecutivo las cuatro mismas fallas: Raval (Fernando Llopis), Espanyoleto (Pere Baenas), República Argentina (Qué calor fa en falles, nombe artístico detrás del que está Venancio Cimas) y Ferroviària (Josep Almiñana).
En infantiles, la Sección Tercera la forman Corts Valencianes, Mercat, Sant Jaume, Sant Feliu y Tetuán-Sant Francesc. Compiten en la Sección Segunda Passeig-Cardenal Serra, Juan Ramón Jiménez y El Cid-Trinitat. En la Sección Primera optan al premio Murta-Maravall, Raval, República Argentina, Benlloch-Alexandre VI y Sant Jordi. Mientras que la Sección Especial tiene éste año subrepoblación de aspirantes, con seis monumentos en liza: los de Abú Masaifa (ganadora del primer premio de 2018, obra de Xavier Gámez), Molina-Claret (José Angulo), Ferroviària (Josep Almiñana), Espanyoleto (Ramón Olivares), Selgas-Tovar (Xavier Ureña) y Verge del Carme (José Benavent).
Con la victoria de Raval el pasado año (después de 31 años sin llevarse este premio, que ganó en numerosas ocasiones en los 70 y los 80) se rompía un ciclo de hegemonía absoluta en la Sección Especial protagonizado por República Argentina y Ferroviària. De 2006 a 2017, ambos incluidos, sólo estas dos fallas se han llevado el Premi a la Millor Falla de Xàtiva: Argentina, cinco veces seguidas entre 2006 y 2010; en 2012 y los tres seguidos de 2015 a 2017. Ferroviària lo ha logrado en 2011, 2o13 y 2014. Antes de este ciclo y sin contar las decenas de premios que Argentina ha acaparado en todas las décadas desde su fundación, ganaron en Xàtiva las hoy alejadas de la pomada Selgas-Tovar (2005) y Juan Ramón Jiménez (2003 y 2004).
Honores... y dinero
El banderín es el símbolo supremo del premio, la pieza más codiciada. Pero sin ser tan simbólico, hay otro galardón que estimula a las comisiones tanto como esta enseña: los incentivos en metálico para potenciar la calidad del monumento. Se trata de un premio que reconoce la falla plantada ese año pero que obliga al ganador a invertir el montante en la del siguiente ejercicio. Para este año, el Ayuntamiento de Xàtiva destina 22.000 euros en premios. Es la cifra más elevada desde que se entregan estas recompensas. El más fuerte es el que se concede a la falla grande ganadora de la Sección Especial, que percibirá 3.500 euros. Para potenciar esa sección, la más representativa, el consistorio da también premios en metálico a la segunda, tercera y cuarta clasificadas de (2.500, 2.000 y 1.500 euros). También las tres primeras clasificadas de la Sección Primera reciben su gratificación: 1.500, 1.200 y 1.000 euros, respectivamente. Otros premios son los 1.400 euros de la falla ganadora de la Sección Especial de infantiles; los 800 y 500 euros al Millor Ninot grande e infantil o los dos cheques de 600 euros cada uno para las fallas que ganen el concurso de la mejor decoración del monumento, entre otros.
Son premios, éstos, que se centran en el cadafal. Pero las comisiones se esfuerzan mucho más que sólo en sus fallas. Galardones como el del llibret, que tiene además la competición añadida de la Conselleria de Cultura, o las presentaciones y las cabalgatas del Ninot, que conllevan una participación enorme, son otros de los banderines que crean afición. Este año, por ejemplo, la falla Selgas-Tovar se ha embolsado 2.600 euros por su sexto premio en la convocatoria para la promoción y uso del valenciano en los llibrets. En décimo lugar ha quedado el de Juan Ramón Jiménez.
Presupuestos al alza
Según cifras de la Junta Local Fallera de Xàtiva, las 19 comisiones falleras han destinado este año cerca de 290.000 euros a sus monumentos. La junta asegura que se trata de 30.000 euros más que en 2018 y 50.000 más que en 2017, por lo que habla de «recuperación económica» en el seno de la mayoría de colectivos tras haberse superado los peores años de la crisis. El conjunto de las cuatro fallas de la Sección Especial, según las mismas fuentes, supera los 100.000 euros. Una cifra, en todo caso, muy pobre todavía puesto que arroja una media de 25.000 euros por falla: muy, muy lejos de las medias de Gandia, Alzira o Sagunt en esta misma sección, que son del doble. Otro número que da idea de la recesión fallera vivida es el coste de las cinco fallas de la Sección Tercera de infantiles, con 8.000 euros entre todas (apenas 1.600 euros de media).
