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Fallas de Xàtiva 2019

Los líos de la izquierda marcan la crítica local

Los monumentos radiografían las luchas de poder en los partidos de Xàtiva, la crisis del Olímpic, el deterioro del hospital o el declive comercial

Una lápida en la falla República Argentina ironiza sobre la marcha de las tres exregidoras de Compromís. perales iborra

Los enredos internos que han fracturado Compromís, la guerra fría entre PSPV y Esquerra Unida por mantener o conquistar alcaldía, la envenenada herencia que persigue al PP, las intrigas para liderar la lista de Ciudadanos... Las 19 fallas de Xàtiva ofrecen un fresco del clima de ebullición que se respira en la vida política local. La cercanía de las elecciones municipales ha ejercido como un elemento catalizador de conflictos relacionados con el poder y ha proporcionado abundante material para diseñar los monumentos.

En estos días, ningún personaje público se salva de convertirse en blanco de la sátira. En la falla de Molina-Claret, ganadora del primer premio a la crítica local, la teniente de alcalde Cristina Suñer es retratada como una sirena solitaria y errante que ha abandonado la embarcación del partido «Sense Compromís (SC)», por las «guerras internas» y el «quítate tú para ponerme yo». En la misma escena, el alcalde Roger Cerdà es un «gran Neptuno, rey del océano» que ha de permanecer atento porque Esquerra Unida está «haciendo campaña noche y día» para tratar de arrebatarle la vara de mando.

Pocos cadafals se han resistido a representar el duelo cainita entre el aparato de Compromís y las tres regidoras que se han marchado de la coalición. Selgas-Tovar, por ejemplo, traza un paralelismo entre Compromís y la Francia de la Revolución. «A una tensa assemblea a gener, entre crits i paraules malsonats, discutiren els afins a les regidores i els que no se les poden tragar. D'aquella jornada esperèntica eixiren algunes fetes un drap: a Sunyer, Penadés i Gimeno Compromís els va tallar el cap». En República Argentina, segunda en la clasificación de la crítica, una lápida certifica la baja de las tres ediles no adscritas por un «batibull reflex del nostre país». El monumento de Sant Jordi sobre la mafia radiografía desde una óptica más incisiva la división que ha dejado a Compromís sin representación municipal en el tiempo de descuento de la legislatura. «L'exèrcit mafio/borbònic a Xàtiva ha arribat? I d'un partit democràtic sense mirament s'ha apropiat. La tropa del Minguet [el candidato de Compromís] l'ajuntament vol conquistar i el primer que ha fet ha sigut el seu grup eliminar». En Abú Masaifa (tercera clasificada) la crítica sigue la misma línea. «No ha estat molt indecís un tal senyor Minguet que ha fotut a Compromís per menjar-se ell el peixet. I mentrestant dos zombis van passejant per la rodalia, un la lluita ja ha deixat i del Ferran ningú es fia»

Los ediles de Esquerra Unida, «siempre a la gresca», también salen trasquilados en Sant Jordi. Su candidato, el primer teniente de alcalde Miquel Lorente, es caricaturizado aquí como un Pablo Escobar dispuesto a crear una compañía de aviones para traficar con ajos tiernos «más allá de la acequia Murta». ¿Cómo se llama la serie? Narcajos. El monumento se mete con la nueva ORA y con algunas decisiones en materia de tráfico. «Es creuen els salvadors i cremen el diners com els coets».

Otro objetivo de los dardos de esta falla es el regidor de Gran Teatre, Alfred Boluda, a cuenta de las dificultades para poner fecha a las presentaciones falleras. «Diu que té l'agenda plena i que data no pot donar. I sabe'm que no li dóna la gana, que només ho fa per putejar». «Tots els anys el mateix jaleo per a la presentació realitzar. El regidor sembla un torero que als fallers vol torejar». El monumento hace chanza con la poca afluencia a algunas funciones y espectáculos en el Gran Teatre con una simulación de las «MIL butaques buides» del festival Música i Lletra. «Cada funció de teatre que no ompli ni la platea ens costa un ou i part de l'altre», señala uno de los versos. En Selgas también ironizan con la problemática de las presentaciones, tanto por las contrapestaciones a las que están obligadas las comisiones como por el apretado calendario al que quedan sujetas. «Les falles hem de donar gràcies per la cessió del Gran Teatre, però encara que semble estrany aquest és un tema a debatre».

Batalla por la alcaldía

La falla Juan Ramón Jiménez se mofa de que Esquerra Unida cambia de nombre «cada temporada» „«Ara son Xàtiva Unida fins la próxima votada»„, a tiempo que da cuenta de la batalla entre esta formación y el PSPV por la alcaldía. «Els dos aspiren a governar en solitari perquè junts no es suporten... Han passat quatre anys de calvari».

El regidor del PP Jorge Herrero es otro de los protagonistas por su frustrado salto a Vox. «De raquetes de ferro i defendre al nano a ignorat pels seus com un gos i rebutjat per Vox», se lee en la falla del Carmen. «El pepero Jorge Herrero de partit volia canviar i als més radicals va dir amb salero Vox jure que vaig a guanyar», bromean en Sant Jordi, donde Alfonso Rus aparece como «mafioso supremo» y vendedor de crema antiquemaduras y Mª José Pla, candidata del PP, como una «sucesora de Russini» condenada «a pactar con el demonio para gobernar el consistorio».

La falla Espanyoleto especula con las dificultades del PP para «encontrar a gente» que forme parte de su candidatura a raíz de una herencia «que les ha salido cara», así como con la posibilidad de que el presidente de la Junta Local Fallera no continúe al frente de la misma y acabe «en una lista popular». Los versets de este cadafal recriminan a la edil Lena Baraza el estar más centrada en su ponencia de Juventud que en la de Fallas. «Ens sembla que tot el JOC s'ho emporten els joves y la regidora l'importa poc tot l'assumpte de les Falles». Otra escena critica las obras que se han eternizado en la avenida Ximén de Tovía. El Consorcio de Residuos, tachado como un «chiringuito para colocar a algún socialista», tampoco se libra de los reproches por su impuesto «cor-torsionista». Miquel Lorente aparece como un «contorsionista» y el edil Miquel Alcocel como un «faquir» por sus habituales salidas de tono. El primero «no sabe qué postura adoptar cuando alguien del grupo municipal fomenta la polémica», mientras que el segundo «lanza buenos misiles dejando a algunos fuera de juego».

La falla de República Argentina bucea en el nerviosismo electoral que por estas fechas invade a los partidos. «El batle de Xàtiva, Roger, i els seus del PSOE, acollonats per si es revoleten els aliats i se'n van en un bac al carrer». La polémica por el «endurecimiento de la ORA» que «espanta al comprador» o la disputa entre cazadores y animalistas por la plaga de jabalís protagonizan otras escenas.

El mismo monumento denuncia el estado «caduco, decrépito y viejo» y la falta de personal del hospital de Xàtiva y se hace eco de los avisos sobre su pérdida de peso frente a otros centros más nuevos.

La situación límite que atraviesa el Olímpic por la deuda y los impagos a los jugadores es también un tema recurrente este año. En República aparecen los «buitres» responsables de saquear el club y los socios «cansados de vendedores de humo» y de una «gestión demencial». Abu Masaifa no escatima en críticas a los expresidentes Úbeda y Alcázar y repasa la compra del equipo por un grupo indio que ofrecía «duros a 4 pesetas». Esta falla también pone el punto de mira en la larga cola para poder visitar Santa Clara. «Agafa cadira i espera. Els torns són per a primavera d'ací a dos anys a partir d'ara».

Las críticas a la gestión turística y a los horarios de cierre de algunos monumentos son el leitmotiv que guía el recorrido por la falla de Molina Claret. «Xàtiva,amb gran patrimoni per al turisme de interior, no desperta del seu somni i deixa passar l'ocasió. Al visitant no cuidem i molts d'ells sen van dient: a Xàtiva tornarà sa tia! Jo, ja estic bé a Gandia!». La polémica nueva imagen «rojo exultante» del centro de visitantes de la Font del Lleó es comparada con la alfombra de los Oscar, por la que desfila «el alcalde modélico», Roger Cerdà, «un hombre-publicidad». En clave reivindicativa, la falla de Sant Feliu reclama más atención al comercio de Xàtiva, «fuertemente tocado» porque «los políticos lo tienen abandonado».

La falla de Raval pivota en torno a los «cuentos chinos» que impregnan el discurso político. «Ens preparen per a clavar-nos ocurrències amb vaselina. Distraient-nos i enganyant-nos amb bonics contes de la xina». El monumento recrea la «playa» prometida por Rus y denuncia las mentiras tras la crisis citrícola y la inactividad de una plaza de toros que costó 12 millones y solo ha estado llena en un mitin que le salió gratis al PP.

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