El Museu Arqueològic d’Ontinyent i la Vall d'Albaida (MAOVA) ha ampliado sus recursos para mejorar la experiencia de los visitantes, con elementos como un panel con una selección fotográfica de escudos nobiliarios urbanos de Ontinyent y nuevos vinilos introductorios de época ibérica y romana. El regidor de Cultura, Àlex Borrell, destacaba que «continuamos ampliando la colección de escudos nobiliarios, aunque sea con imágenes como en esta ocasión. Consideramos fundamental, al menos, tener constancia pública de estos elementos patrimoniales desaparecidos de nuestras calles porque son parte de nuestro pasado histórico», manifestaba.

El panel, de grandes dimensiones, incluye una selección fotográfica de escudos nobiliarios urbanos de Ontinyent actualmente desaparecidos o desubicados, que ha sido posible gracias al trabajo de Rafael Bernabeu, quién fotografió los escudos en los años 50, cuando todavía estaban en su lugar original. Este gran panel se encuentra situado en el lapidario donde los visitantes podrán contemplar tanto piezas funerarias como un escudo nobiliario de finales del siglo XVIII o principios del XIX dado por Francisco Jorge Nadal.

Igualmente, el MAOVA ha introducido otros elementos como vinilos introductorios de época ibérica y romana, así como otros elementos de señalización. En esta misma línea, han vuelto a las vitrinas del museo un vaso y tres fragmentos cerámicos decorados que se habían prestado al Museo Arqueológico Provincial de Alicante (MARQ) para una exposición temporal sobre arte rupestre. El director del museo, Agustí Ribera, destacaba que «estas mejoras van acompañadas de la entrada en los archivos del MAOVA de materiales procedentes de diferentes excavaciones arqueológicas, tanto de Ontinyent como de la comarca, depositados oficialmente por la Conselleria de Cultura que nos permitirán continuar conociendo nuestro pasado», indicaba. De hecho, los materiales que se encuentran en los archivos del museo han despertado el interés de diferentes investigadores como es el caso de la arqueóloga Alessia Larini, de la Universidad de Pisa, quien estará una temporada en el Servei Arqueològic investigando los restos antropológicos de varias necrópolis andalusíes.