Tras el empate ante el Olot, el Ontinyent afronta su segunda salida consecutiva, en este caso ante el Villarreal B, una plaza muy complicada, especialmente para el club blanquinegro que últimamente se ha llevado más de un correctivo en aguas del submarino amarillo. Puntuar será una tarea muy complicada pero como comenta el entrenador, Vicente Parras, «hay una diferencia abismal entre los dos clubes. Pero si algo tiene este encuentro es que no tenemos nada que perder y todo que ganar». La buena noticia en el bloque textil, de las pocas que genera un club a la deriva en lo institucional, radica en la recuperación de efectivos que poco a poco van entrenando en la dinámica habitual de entrenamientos. «Calahorro y Tarí están más metidos en el grupo. Tito ya ha participado en buena parte de los entrenamientos. Tenemos dudas con Soler que arrastra el golpe todavía, recuperamos a Juanan, pero perdemos a Julen por tarjetas», señala el técnico. Un choque que tendrá lugar mañana a las 12 horas en la ciudad deportiva del Villarreal.
Dos nóminas pendientes
En la faceta extradeportiva, de nuevo recobra protagonismo la preocupación en el seno de la plantilla y el staff técnico que se sienta sola y desamparada sin nadie que dé la cara. «No estaría de más que bien el administrador o el presidente del Ontinyent se acercaran y nos dijesen cómo va la situación», reclama el técnico alicantino, quien ha manifestado su preocupación por el hecho que la gente pueda pensar «que todo está solucionado con Salva y Cañete. La realidad es que se nos deben dos meses a día de hoy. Dentro de una semana, nos adeudarán tres meses y además no hay nadie que aparezca por el club para dar la cara y que nos pueda informar, bien el administrador o el presidente. Salva y Cañete estuvieron la semana pasada apoyando al equipo y ahora mismo son los dos que están manteniendo esto vivo, es nuestra sensación. Hay una realidad que se debe resolver con gente como el fisio que no ha cobrado sus facturas desde el mes de noviembre», lamenta Vicente Parras.
