La ubicación escogida por el Ayuntamiento de Xàtiva para construir el futuro Centro de Salud II ha puesto en pie de guerra a la comunidad educativa del Teresa Coloma, que ha impulsado una campaña de recogida de firmas para mostrar su rechazo a la decisión de instalar el complejo sanitario destinado a atender a 11.000 personas en la parte trasera del colegio de educación infantil.

De momento, el consistorio ha brindado la parcela de unos 1.000 m2 a la Conselleria de Sanidad a la espera de que los técnicos evalúen su idoneidad. Los presupuestos autonómicos de 2019 incluyen una partida para la redacción del proyecto, cuya ejecución se demorará en el tiempo. El centro educativo rechaza este emplazamiento entre otras cosas porque ve peligrar un espacio complementario al patio que tiene cedido para desplegar actividades vinculadas a proyectos de innovación pedagógica aprobados por la Conselleria de Educación, como el consolidado huerto escolar. Tanto la Asociación de Madres y Padres (AMPA) como el personal docente y el equipo directivo del Teresa Coloma secundan la movilización.

«No nos negamos a que se haga el centro de salud, pero creemos que hay otros sitios más adecuados en Xàtiva y vemos incongruente que linde con el colegio. No tenemos suficiente espacio para nuestros proyectos y le estamos dando utilidad a esa parcela», explica la directora de la escuela infantil. Mª José Marqués sostiene que el nuevo servicio contribuiría a sobrecargar más el tráfico en una zona de gran movimiento de coches en la que coexisten el colegio y dos institutos educativos cercanos con una reducida oferta de plazas de aparcamiento. «Será un caos», advierte Marqués, que hace hincapié en que la doble fila y los embotellamientos habituales en el exterior obligaron a habilitar recientemente una salida por la parte trasera del colegio ante las demandas de los padres, concretamente por un terreno anexo que se asfaltó hace poco y que se vería ocupado por el centro de salud. En esta parcela se proyectó un aparcamiento temporal en 2016, pero el rechazo educativo frenó la medida y ahora se usa como un patio complementario. «Hubo un debate y finalmente se optó por dedicar el espacio a un proyecto de patios activos con juegos interactivos».

Marqués asegura que el anuncio del emplazamiento del centro de salud «sorprendió muchísimo» en la escuela: la información llegó a través de una noticia que fue circulando por wasap. «No se nos había trasladado nada al respecto. Después de tanta reivindicación y lucha para intervenir y dar amplitud a nuestra propuesta educativa, apostando por la innovación y la investigación, nos vemos en estas de un día para otro», observa.

Un edificio polivalente

El Teresa Coloma, además, ampliará su actividad el próximo curso con la creación de una nueva aula de dos años que ayudará a garantizar su continuidad. El centro se prepara para reestructurarse adaptando una unidad que actualmente tiene otra funcionalidad, pero la directora incide en el futuro edificio sanitario comerá terreno al patio previsto para estos alumnos. En el colegio temen que el centro de salud suponga «crear un muro pegado a la escuela» y consideran que para ubicarlo existen «espacios con muchas más posibilidades de aparcamiento en los que todos ganaríamos sin congestionar el barrio». También preocupa el aumento de la afluencia de personas en los alrededoers del patio, donde los maestros se quejan de que de los niños están demasiado expuestos a ser interpelados desde fuera. El equipo de gobierno descartó ayer hacer valoraciones sobre la movilización iniciada por la comunidad educativa.