La calle Botigues de Xàtiva vuelve a estar de luto. El inminente traslado de uno de los establecimientos más veteranos de la ciudad ha agudizado la sensación de crisis existencial que se respira en esta antigua arteria comercial, cada vez más colonizada por el «tardeo» y los bares de copas. Confecciones Alfredo ha permanecido en activo sin variar su ubicación desde los años 50 del pasado siglo y es uno de los últimos exponentes de un tipo de establecimiento de carácter familiar en peligro de extinción. Después de más de seis décadas, sus propietarios han decidido mudarse a un local más pequeño en la avenida República Argentina, junto a la la tienda de frutos secos Un món de sabors. Dejan en la esquina de Botigues con la calle Bellver un gran bajo comercial de 180 metros cuadrados cuyos productos están liquidando. Sus dueños prefieren ser discretos y no hacer comentarios. «Ya está todo dicho», apuntan.

La tienda de moda, ropa interior y pijamas fue fundada por Alfredo Bellver primero bajo la denominación de Punt Vell. Fue vecina de otros establecimientos igualmente históricos de los que únicamente sobrevive (enfrente) la Mercería Baldrés. Otros, como Helados Rosendo, el Barato Setabense, La Pastora, Calzados Chary, o la Droguería El Barco han ido desapareciendo, mientras que resisten Cucó o creaciones Rafael.

Una postal modificada

El goteo de cierres de comercios emblemáticos en el eje del Mercat-Botigues ha sido una constante en los últimos años. Uno de los últimos en bajar la persiana ha sido la droguería La Purísima, que llevaba en activo desde principios del siglo XX. El espacio dejado por los establecimientos tradicionales ha sido copado en muchasocasiones por bares o restaurantes, que han modificado la postal típica de la zona. Un caso reciente es la conversión de la tienda de ultramarinos Ca Sisternes en un negocio de comida americana. Otros locales permanecen vacíos largo tiempo como el anexo al restaurante La Criolla. Fuera del casco antiguo, el sector comercial urbano de Xàtiva ha sufrido recientemente dos duros golpes con el adiós de Mango y Manuel Mañez después de más de tres de décadas de actividad.