El antiguo vertedero de La Clariana tendrá nueva vida, vinculada a la protección de los animales y la naturaleza. El vertedero de Girsa clausurado en Ontinyent acogerá un refugio de animales y una aula de naturaleza, según ha explicado el alcalde, Jorge Rodríguez, a representantes de la Protectora de Animales de la Vall d’Albaida, a los que ha expuesto el proyecto municipal por el cual la ciudad contará con un refugio de animales abandonados y una aula de natura con bosque autóctono en este espacio.

El alcalde explicaba que, una vez finalizadas las tareas de sellado, «pensamos que la zona tenía potencialidad para atender la demanda que se nos había hecho desde las protectoras de un espacio específico para tener cuidado de animales abandonados, y donde se pueda promover su adopción. Por eso gestionamos con Girsa, propietaria de los terrenos, que nos cediera una parcela de 34.525 metros cuadrados que incluye la edificación de las antiguas oficinas, que vamos a reconvertir a estos nuevos usos», avanzaba.

En concreto, se utilizará la edificación de oficinas (con alrededor 430 m(2) y dos alas independientes en forma de L) para crear la zona de gestión del refugio, por un lado, y una aula de natura de carácter formativo, por otra, añadiendo el espacio adyacente de grandes dimensiones, donde se condicionaría un bosque mediterráneo con especies autóctonas. «Todo, en conjunto, servirá como espacio de divulgación de la naturaleza y concienciación medioambiental y de cuidado de los animales», explicaba el primer edil. Por ahora ya se cuenta con la cesión (por un mínimo de 10 años y un máximo de 25) y con varios informes necesarios. El siguiente paso será la redacción del proyecto de adecuación para la puesta en marcha de la gestión del espacio, una gestión continuada que por su volumen requerirá de un concurso público, para garantizar la correcta atención a los animales y las visitas de escolares y de ciudadanía en general al aula natural.

Desde la Protectora de Animales Vall de Albaida se ha hecho público su «entusiasmo» por la atención a esta demanda, aprovechando «un espacio perfecto, que ahora está inutilizado, tiene muchos metros cuadrados y está alejado de viviendas, un espacio que permitirá que Ontinyent sea una ciudad líder en defensa del bienestar animal», señalaban.

El antiguo vertedero de Girsa (empresa participada por la Diputació de València y FCC, Fomento de Construcciones y Contratos), que fue clausurado en la legislatura pasada, está siendo sometido a un proceso de recuperación. El pasado 29 de marzo finalizaba el sellado de este espacio, que cuenta con un total de 80.000 m(2). La empresa propietaria también ejecutará varias acciones en la zona no cedida al ayuntamiento para cubrir los áridos del suelo con tierra fértil, donde llevar a cabo plantaciones de vegetación autóctona.