El Ontinyent CF y los jugadores de la plantilla llegaron a un acuerdo ayer martes para cerrar el pago de los despidos e indemnizaciones. Un proceso que arrancó cuando el club comunicó a la plantilla la retirada de la competición e inició el proceso legal para su despido, a través de un ERE (Expediente de Regulación de Empleo). El primer paso fue comunicar a los trabajadores su cese y el por qué. Ante ello, el administrador proporcionó a los interesados un informe similar al último que le entregó al juez con las causas objetivas de la decisión tomada, que se focalizaban en la ausencia de entrada de más dinero y en evitar el incremento del pasivo.
El siguiente tramo fue el reconocimiento de las cantidades que se les debía a los jugadores por los diferentes conceptos adeudados. Otro de los puntos a tratar fue la indemnización por antigüedad que les correspondía a todos ellos. En este sentido, el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) paga 20 días de sueldo por año cotizado, con un límite de 12 meses.
Ahora, el administrador, con el visto bueno de los trabajadores, le toca dar el paso definitivo y presentar el informe definitivo al juez, posiblemente el último paso antes de la liquidación del club. Por último, cuando el juez termine de aprobar la certificación de la deuda los trabajadores, estos acudirán al Fogasa, el cual será complicado que pueda abonar todas las cantidades reclamadas porque tienen unos límites en cuanto al abono de determinadas cuantías. A partir de ahí, cada uno, de manera individual, tendrá que ver hasta donde cubre su parte el sindicato de jugadores.
Al acto del acuerdo que tuvo lugar ayer martes en el estadio municipal El Clariano asistieron los jugadores Juanan Casanova, Tito Malagón y el entrenador Vicente Parras en calidad de representantes de los jugadores, además del abogado de AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) Ángel Rodríguez como asesor legal. En las oficinas, esperaban Luis Ortiz, el administrador y el abogado del club, Jaime Bernabeu.
