Si pudiera considerarse a Xàtiva como un destino turístico consolidado se podría decir que, tras la disminución en el número de visitantes producida por el largo temporal de lluvia durante la Semana Santa y la primera Pascua, su demanda acusa una marcada estacionalidad y que los datos turísticos del año dependen en demasiada medida del éxito en unas pocas semanas señaladas en el calendario.

A fecha de hoy faltaría saber, a ciencia cierta, los datos de visitantes durante la segunda Pascua de San Vicente, —que sólo conforma un puente festivo en el ámbito de la Comunitat Valenciana—, y la situación especial de la cercanía del 1 de mayo festivo, con la posibilidad de alargar días festivos en el importante mercado madrileño, para hacerse una idea de lo que puede afectar una circunstancia imprevista, como han sido los varios días seguidos de intensa lluvia, sobre el éxito turístico de la ciudad, si éste se quiere traducir, como les suele gustar, en los últimos tiempos, a todos los responsables políticos, en alcanzar o no cifras de record de visitas al castillo de Xàtiva.

Xàtiva no es todavía, por distintas razones y lamentablemente —porque reúne sobradas condiciones para ello—, un auténtico destino turístico. Y aun así parece preocupante la marcada estacionalidad que presenta respecto a su actividad turística, mayoritariamente excursionista, en unas pocas semanas y días festivos durante todo el año. La estacionalidad es la concentración de la demanda en un determinado periodo del año y tiene un componente negativo: fuera de los períodos álgidos la demanda decrece, lo que afecta a la generación de riqueza y empleo. Si, además, esa alta actividad puntual no se produce, como ha sido el caso de esta Semana Santa, los establecimientos turísticos y hosteleros, que tenían ya hechas sus proyecciones de ingresos y gastos, se resienten y es difícil recuperar lo perdido en el resto de épocas de actividad media o baja.

Por ello, desde la acción municipal turística, en colaboración con los agentes turísticos y empresas hay que intentar revertir esta situación con acciones estratégicas que pasen por la diversificación o la búsqueda de mercados menos estacionales, con el objetivo de minimizar el impacto sobre la economía. En cuanto a la diversificación de la oferta, ésta pasa por aumentar el número de atractivas posibilidades para disfrutar del destino Xàtiva durante el resto del año. O por redirigir, en casos como el de los días de lluvia, a los visitantes a espacios diferentes en el conjunto histórico-artístico en los que la molestia no es tan acentuada como en un espacio abierto al aire como es el Castillo.

En este contexto se puede valorar la ampliación del horario de apertura de la exposición de Artur Heras con sedes en espacios monumentales, que no debería volver a restringirse dada la buena acogida. Aunque hay que seguir trabajando en esta dinámica de apertura de forma coordinada porque no puede ser que al tiempo que se informe en la oficina de turismo de la apertura de la exposición domingo y lunes festivo por la tarde, se advierta que, en el Museo Municipal de Bellas Artes, una de las sedes, permanecerá sólo abierta la exposición y no las salas del mismo.

Asimismo, la gran afluencia de público en la celebración de la procesión extraordinaria, a causa de las inclemencias meteorológicas, de Viernes Santo en el interior de la Colegiata, demuestra que puede ser un espacio turístico que, en días de lluvia, se ha de optimizar con un horario de apertura más amplio del monumento, su valioso museo y la subida a la torre campanario.

Respecto a la búsqueda de nichos menos estacionales, se pueden sondear mercados como el de los turistas extranjeros en ciudades de litoral cercanas y bien comunicadas, o los que genera el programa IMSERSO que desplaza numerosos viajeros con mayor disponibilidad de tiempo durante el año que los hace más proclives a viajar en temporada baja.

En cualquier caso, son propuestas para actuar, necesarias ante la situación repetida o la excepcional de este año, y que, a pesar de haberse iniciado hace semanas la precampaña electoral municipal, desgranando ya algunos partidos medidas de su programa, no se escuchan, ni se pueden leer, junto a otras muchas que se puedan proponer para el turismo y para convertir, de una vez por todas a esta histórica y monumental ciudad en un adecuado destino de turismo.

Son propuestas, en definitiva, para actuar, necesarias ante la situación repetida o la excepcional de este año, y que, a pesar de haberse iniciado hace semanas la precampaña electoral municipal, desgranando ya algunos partidos medidas de su programa, no se escuchan, ni se pueden leer, junto a otras muchas que se puedan proponer para el turismo y para convertir, de una vez por todas a esta histórica y monumental ciudad en un adecuado destino de turismo.