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Despoblación rural

La campaña pasa de largo por Sempere

El pueblo menos habitado de València es un refugio a prueba de mercadotecnia política: el resultado lo deciden 35 vecinos

El que ha sido alcalde de Sempere durante 20 años, Miquel Juan, a bordo de su tractor. perales iborra

A las doce del mediodía de un caluroso martes de campaña electoral, el canto de los pájaros es el único signo de vida que percibe el visitante en las calles del pueblo menos habitado de la provincia de València. El último dato oficial cifra en 35 los empadronados de Sempere, aunque la tozuda realidad certifica que en el día a día apenas conviven una quincena de almas en sus 3,8 kilómetros cuadrados de término. La plaza está vacía „como la mayoría de casas, algunas con las ventanas y puertas tapiadas„ y el ayuntamiento, cerrado: solo abre los lunes y los miércoles por la mañana. Sempere es el lugar idóneo para resguardarse de la mercadotecnia política que invade el espacio público y del clima de crispación que se respira en la mayoría de municipios durante estos días: no hay rastro de carteles ni de nada que evoque la cercanía de los comicios municipales y europeos del próximo 26 de mayo.

«Aquí todo es muy familiar y relajado y no tiene sentido que se haga nada. Simplemente llega el día de las votaciones y votamos». Así habla el candidato del PP a la alcaldía, Francisco José Bruno, que trata de acabar en las urnas con el maleficio de los populares en una población que no han gobernado nunca en cuatro décadas de democracia. Bruno trabaja fuera de la comarca, pero vive en el pueblo y es uno de los tres concejales que tiene el ayuntamiento, el mismo número de personas que integran cada una de las dos candidaturas presentes en los comicios locales. La lista del PSPV la encabeza Mª Dolores Ortolà, regidora, comercial y semperenca de toda la vida, con residencia en la vecina Benigànim. «Al ser el pueblo tan pequeño hemos decidido no hacer campaña», coincide la alcaldable, que destaca la ausencia de confrontación. «Tengo amistad con el candidato del PP: aquí se trata de ayudarse unos a otros y hacer todo lo posible para mejorar el pueblo». «Tenemos menos discusiones que en otros sitios y nos apoyamos incluso los bandos contrarios. Siempre que algo sea beneficioso y sirva para mejorar el pueblo llegamos a acuerdos y no hay disputas», comparte Bruno.

Lo único seguro es que la vara de mando en Sempere cambiará de manos tras el 26M. Miquel Juan Vidal (PSPV) abandona el cargo después de 20 años al frente de un consistorio que solo ha tenido dos alcaldes desde 1979. Juan, jubilado y dedicado a la agricultura, declina hablar con este diario cuando sale de su casa para coger el tractor. «No quiero popularidad», señala, antes de marcharse.

En las últimas elecciones generales y autonómicas votaron en Sempere 27 vecinos sobre un censo de 31. El PSOE de Sánchez arrasó con el 70% de apoyos y el PP solo obtuvo un voto, los mismos que Vox y Podemos. En las Corts, la disputa estuvo más reñida: el PSPV logró un 48,1% de las papeletas.

40% de mayores de 64 años

En un municipio donde el 40% de la población supera los 64 años de edad (un porcentaje que dobla al de la comarca), los partidos suelen tener muchas dificultades para confeccionar las listas. Pero en esta ocasión los dos alcaldables son del pueblo y quieren aportar savia nueva y rejuvenecida. Bruno destaca la tranquilidad, el bienestar y la armonía como las principales ventajas de un municipio cuyo futuro cree garantizado pese al envejecimiento y la ausencia de menores de 16 años empadronados. «Estamos intentando revertir la situación. No creo que Sempere se vaya a despoblar, pero hay que promocionarlo un poco más para que la gente lo empiece a conocer», sostiene. «Tenemos cerca ciudades grandes y en nada estamos en coche donde sea. No hay una desconexión», subraya Bruno, que apuesta por el turismo rural y señala la reapertura del hotel rural en el centro del pueblo„en venta,„ como una prioridad, junto al aumento de servicios. «Este es un pueblo que va a ir a más: no se está muriendo, aunque ha habido trabas. Somos gente más joven con ánimo de que remonte», zanja.

Para Ortolà (PSPV-PSOE) también es fundamental «dar movimiento» a la localidad y «cambiar la dinámica» para incentivar la llegada de nuevos habitantes. Otro objetivo: «captar el máximo de subvenciones», teniendo en cuenta que los recursos propios del ayuntamiento son mínimos. La candidata es hija de Emilio Ortolà, que fue alcalde de Sempere desde 1961 y durante 38 años.

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