Un vecino de Bocairent que falleció el pasado 9 de febrero a los 75 años, viudo y sin hijos, declaró en su testamento como heredero único y universal al patronato municipal encargado de la gestión de la residencia de la tercera edad de la localidad, según hizo público ayer el consistorio. El legado consiste en la vivienda del finado, ubicada en el barrio medieval de Bocairent, y en una cantidad de dinero de su cuenta que pasará a los fondos económicos del centro asistencial, detalla el ayuntamiento en un comunicado.

Esta donación servirá para realizar inversiones en las instalaciones en al residencia de mayores. La junta del patronato aprobó en la reunión celebrada el pasado día 6 la aceptación de la herencia y el inicio de las acciones para hacerla efectiva. «En Bocairent tienen que estar muy agradecidos a una persona que pensó en los pobres y desvalidos de nuestro pueblo para ayudarles a mejorar la situación de la residencia donde viven y pasarán los últimos años de su vida», manifestó el alcalde, Josep-Vicent Ferre, elogiando la gratitud del finado. De quien añadió que era un hombre «muy discreto y trabajador». Fue empleado de una fábrica hasta su jubilación hace diez años y miembro de una filà.

La nueva junta que se constituirá después de las elecciones municipales deberá acordar el destino final de la donación, aunque la previsión es utilizarla para materializar inversiones necesarias en el edificio y en las instalaciones que el presupuesto ordinario no permite acometer.

Reconocer a los benefactores

Este centro cuenta con 40 plazas, de las que un total de 38 están concertadas con la Conselleria de Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana. A raíz de la donación, el alcalde sugirió la creación de una galería fotográfica de protectores de la institución en uno de los pasillos de la planta baja de la residencia. La finalidad sería «dejar constancia para las generaciones presentes y futuras del ejemplo de actitud cívica y desinteresada de este bocairentino», indica Ferre.