Unos desconocidos asaltaron el martes por la noche el ayuntamiento de esta última localidad empleando la fuerza y armados con herramientas para acceder por la entrada principal. Una vez dentro del consistorio, reventaron otras cinco puertas y lo revolvieron todo. Aunque el móvil no fue otro que apoderarse de lo ajeno, los daños ocasionados no han sido menores. Desaparecieron un proyector y un ordenador portátil adquirido hace dos semanas, así como diversos teléfonos, entre ellos el que se utiliza para notificar a la población los bandos, junto con las llaves que dan acceso a otras instalaciones municipales. La misma noche se registró también otro asalto con idéntico patrón en una empresa de Ràfol.

A la mañana siguiente, el personal encontró un gran desorden en las dependencias municipal: había una gran cantidad de documentos, archivadores, cajas y todo tipo de objetos removidos y desperdigados por el suelo. Si bien se desconoce el momento exacto del robo, el ayuntamiento ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para localizar a los responsables y ha denunciado los hechos a la Guardia Civil, que ha abierto una investigación y ya ha tomado huellas de las estancias con tal de esclarecer la autoría del asalto. «Si alguien ha visto algo raro o algún coche sospechoso que lo diga: cuanta más información tengamos mejor», señala la alcaldesa de Ràfol, Carolina Mengual. El consistorio ha estado haciendo inventario y revisando facturas, aunque todavía no se ha cuantificado el importe económico al que ascienden los destrozos sufridos, antes de dar parte al seguro.

Cansada de los robos que afectan a este tranquilo municipio de la Vall d'Albaida, Mengual plantea instalar cámaras de vigilancia a la entrada y salida del pueblo para controlar la llegada de intrusos con intenciones ilícitas en el término y como elemento disuasorio. «Cuando no es un pueblo, es otro. Ahora le ha tocado al ayuntamiento, pero todos los años entran y roban a algún particular», observa la alcaldesa. «Los pueblos pequeños no tenemos recursos. Ahora nos habíamos animado a comprar un ordenador, nos lo quitan y nos quedamos con la impotencia», lamenta. Tanto el portátil como el proyector habían sido adquiridos para ofrecer «unos servicios mínimos» de apoyo cuando se organiza alguna charla o conferencia en el municipio. El consistorio ha pedido disculpas y paciencia a los vecinos por la suspensión del servicio de notificaciones por teléfono, que se espera reponer en breve.

Intranquilidad en la zona

Hace unos meses, el alcalde de Salem denunció la desprotección de pequeños pueblos como el suyo en la Vall d'Albaida por la falta de agentes adscritos al territorio, después de sufrir una acción organizada con asaltos en todas las dependencias públicas que dejó daños significativos. Poco antes ya desapareció la talla de una virgen de cierto valor del cementerio.