El alcalde de Aielo de Malferit, José Luis Juan Pinter (PP), está a un paso de sentarse en el banquillo a raíz de las acusaciones de acoso laboral de un agente de la Policía Local que hace diez años denunció nepotismo en la convocatoria de una plaza en el ayuntamiento, cuando era delegado de personal. El sindicato de Policías y Bomberos (SPPLB) señaló ayer estar a la espera de que se celebre el juicio oral «por los presuntos delitos de acoso laboral y prevaricación» en el juzgado de lo penal nº 6 de València. Pinter respondió que no tiene «notificación alguna acerca de si habrá o no juicio» e invocó un escrito de enero de 2018 en el que la Fiscalía de Alzira pidió su absolución en el marco de las conclusiones provisionales solicitadas tras dictarse el procedimiento abreviado por los hechos.

El agente J.L.C. denunció haber sido sometido a «situaciones como el retraso en el pago de las nóminas, la denegación de vacaciones en tiempo estival y días de libre disposición, la imposición de la jornada partida o la retirada del arma reglamentaria», después de un periodo de baja por ansiedad y de ser degradado a patrullar el ámbito rural. Aunque en 2017 el juzgado de Ontinyent que instruyó la causa contra Pinter decretó el sobreseimiento provisional de las actuaciones, a finales de ese mismo año la Audiencia Provincial estimó el recurso interpuesto por el policía local y obligó a la magistrada instructora a procesar al primer edil, al apreciar indicios de delito. En un auto posterior, la jueza incoó el procedimiento abreviado señalando que los hechos podían ser castigados con una pena de hasta 9 años de cárcel. El agente acusó al alcalde de someterle a decisiones «arbitrarias e injustas» después de haber impugnado la convocatoria de una plaza de administrativa que ganó la hermana de Pinter. Inicialmente La justicia anuló el proceso por la participación de Pinter, aunque más adelante éste se abstuvo y la misma aspirante obtuvo definitivamente la plaza. En 2013, J.L.C. fue imputado después de que el alcalde lo acusara públicamente de amenazar por carta a varios familiares. Sin embargo, la denuncia fue archivada: el juzgado descartó que el agente fuera el autor. SPPLB enumeró ayer los recursos ganados por el agente para que se le devolviera el arma y se le restituyera el sueldo. «A día de hoy continúa luchando por su dignidad y por que se restituya su honor», sentenciaron.

«Quieren ensuciar la campaña»

Por su parte, Pinter tachó de «malicioso y maquiavélico» que el sindicato difundiera a diez días de las elecciones municipales una noticia «con una clara falta a la verdad e insinuaciones sin prueba alguna». «Pretenden pervertir y ensuciar una campaña electoral que debería ser limpia y centrarse en la mejora de la calidad de vida de los vecinos», dijo. El alcalde aseguró que el denunciante fue sustituido como cabo interino de la Policía Local «en cumplimiento de la legalidad por un oficial por oposición, funcionario de carrera con la debida titulación», algo que según éste «jamás me ha perdonado». Pinter, en cualquier caso, mostró «plena confianza en la justicia».