Los que piensan que candidaturas como Xàtiva Unida o el PSPV-PSOE personalizan en exceso las elecciones en sus respectivos líderes en vez de primar el grupo tiene una razón de peso para reafirmarse. Sobre todo, por lo que respecta a la primera. Y es que en las papeletas para los ayuntamientos que han de introducirse en las urnas el día 26, la marca de Esquerra Unida en Xàtiva ha colocado un anagrama muy peculiar: se lee apenas Xàtiva Unida en el margen inferior del recuadro pero quien aparece es Miquel Lorente, su cabeza de lista, en una foto. No existen precedentes de esta acción encaminada a identificar de manera tan directa la lista con su alcaldable. Y enlaza con esa otra campaña casi minimalista emprendida por Lorente en los balcones de decenas de viviendas, de las que cuelga un escueto «Miquel» de letras blancas sobre fondo rojo.

Personalizasen o no la confrontación, el caso es que en el debate de ayer en el CCX organizado por Adexa los únicos momentos de tensión directa entre dos candidatos fueron los que protagonizaron el alcalde socialista, Roger Cerdà, y el cabeza de lista de Xàtiva Unida. Cerdà reprochó a Lorente que «las aspiraciones están bien; pero cuando se convierten en obsesiones...». Lorente replicó que el primer edil ha sido desleal con él como concejal de Promoción Económica y, entre otras cosas, no le ha invitado a los desayunos con empresarios. Y le espetó que «esta ciudad necesita un alcalde que no se dedique solamente a Fira i Festes». Formaciones como Plataforma per Xàtiva abundaron anteayer en ello al reprochar que haya candidaturas «tan personalistas».