Enarbolan la bandera un municipalismo plural y abierto sin las ataduras de las grandes formaciones de ámbito nacional y presumen de intereses transversales por encima de enfrentamientos partidistas, pero por lo general suelen tener una existencia efímera marcada por el sacrificio, la falta de recursos y las dificultades para sobrevivir sin el sostén económico ni la estructura de sus competidores y sin apenas influencia en las administraciones superiores.
La Vall d'Albaida Ens Uneix, el partido con el que Jorge Rodríguez aspira a revalidar la alcaldía de Ontinyent tras abandonar el PSPV, no es ni mucho menos la única marca indepediente que se estrenará en las urnas el domingo. Otras diez nuevas candidaturas compiten por primera vez por hacerse un hueco en los 61 ayuntamientos de la Costera, la Canal y la Vall bajo siglas tan dispares como la Plataforma Civil Enguerina (Place), Canals en Moviment, Units per Agullent, Unión de Ciudadanos Independientes en Millares y Quesa, Som Terrateig y SomBarxeta, Benicolet Suma o las plataformas Per Xàtiva y Per La Font de la Figuera, estas últimas agrupaciones de electores integradas por excandidatos de Compromís y Ciudadanos respectivamente.
Los independientes controlan en la actualidad cuatro alcaldías en las tres comarcas, pero solo un munícipe opta a revalidar la vara de mando. Se trata de Cristóbal Rodríguez, candidato de Alternativa pel Poble de Llocnou d'En Fenollet (Aipf) y el alcalde más duradero sin adscripción a ningún gran partido: lleva en el cargo desde 2013. El secreto: «Trabajamos para la gente del pueblo e intentamos atender las peticiones lo antes posible, ir a lo necesario, no malgastar y unir al máximo al pueblo», explica. «No debemos nada a nadie: nuestra prioridad fue liquidar la deuda histórica de otros gobernantes», dice.
Per Montitxelvo, única fuerza independiente que gobierna en la Vall d'Albaida, alcanzó la mayoría absoluta hace 4 años y vuelve a concurrir a las elecciones, pero la actual alcaldesa, Josefina Pou, ha pasado de ir la primera a la última en la lista para dar paso a una renovación por motivos personales y laborales, pero también por un compromiso adquirido. Pou destaca que el proyecto ha conseguido unir y visibilizar a este pueblo de 600 habitantes, impulsando actividades en las que se han volcado los vecinos.«En un municipio pequeño se trata de cubrir las necesidades básicas: no vale la pena pelearte por ser de un partido u otro. Tampoco tienes que dar explicaciones por tus decisiones a nadie, aunque hace falta más esfuerzo y trabajo», recalca la alcaldesa. A la localidad no han dejado de llegar inversiones, destinadas a mejorar las infraestructuras o a habilitar un auditorio para usos sociales, mientras se redacta la primera fase del polígono. El alcalde de Llocnou también sostiene que ser independiente no le ha pasado factura. «Llevamos dos legislaturas y donde hemos ido nos han atendido como toca, no hemos tenido problemas en ningún sitio y nos han ayudado con lo que nos pertenece con arreglo a habitantes», observa Rodríguez, yesaire de profesión.
Mayores sacrificios
Pero hay inconvenientes. «Ir de la mano de un partido grande te agiliza mucho las cosas, te facilita los trámites para presentarte a las elecciones y te abre la puerta en las administraciones públicas», señala la alcaldesa de Montitxelvo. En parte por eso, los otros dos colectivos independientes que amarran alcaldías, Gent de Canals y Accede de Cerdà, no presentan candidaturas el 26M. En Canals, Ricardo Requena no ha querido repetir y su formación no se ha visto con fuerzas para armar una lista en un ayuntamiento con muchas dificultades para gobernar por la elevada fragmentación existente. En Cerdà, el alcalde y su equipo se han integrado en la candidatura del PSPV después de alabar la gestión de los socialistas y las ayudas recibidas a nivel provincial y autonómico. Somos Anna, también en el gobierno, no ha cumplido los plazos para registrarse. En Torrella se presenta de nuevo la agrupación Aitor, con opciones de gobernar. En cambio, han desaparecido seis listas independientes de 2015 en Albaida, Xàtiva, Llutxent y la Pobla del Duc.
