El candidato de Xàtiva Unida a la alcaldía lanzó ayer un mensaje muy directo y extraordinariamente crítico a su principal oponente, el socialista Roger Cerdà. Miquel Lorente, que dio por hecho que será el próximo alcalde, anunció ayer: «mantendré mi salario actual, inferior al que recibía como profesor, y pondré fin a los cargos de confianza para que el ayuntamiento no sea una agencia de colocación de amigos y de gente afín», lanzó.

El candidato dio que su primera decisión «cuando sea investido alcalde será rebajar el sueldo» respecto de lo que cobra Roger Cerdà por ello. «No soy partidario de que el alcalde de Xàtiva cobre, desde hace cuatro, 50.044 euros brutos anuales. Tampoco considere oportuno ni coherente que sea el quinto alcalde de la provincia de Valencia que más dinero percibe por su labor, prácticamente lo mismo que la alcaldesa de una capital de provincia como Castellón , que cobra 52.867 euros», afirmó.

Lorente añadió que «por encima del salario del alcalde socialista de Xàtiva sólo se encuentran, en toda la provincia de Valencia, los de los alcaldes de Mislata (52.224), Sagunt (55.770) Burjassot (56.100) y Valencia (82.602); todas ellas, ciudades con mucho más número de habitantes que Xàtiva», agregó ayer el líder de la formación.

El actual primer teniente de alcalde de Xàtiva reiteró que mantendrá su salario «en el mismo nivel que ahora : 35.000 euros brutos anuales», afirmó. «En concreto, cobraré 1.915 euros netos mensuales. Por lo tanto, la bajada salarial respecto a lo que cobra el actual primer edil socialista sería de un 30%», señaló, «y además, al contrario [que Roger Cerdà] no estaré dispuesto a recibir ningún otro ingreso de una administración pública, como son las asistencias a las reuniones del Consorcio de Residuos, COR», que percibe el alcalde como presidente.

Sin cargos de confianza

Este compromiso «ético y estético», como lo calificó ayer Lorente, forma parte de un paquete de medidas de «higiene democrática» para hacer que el ayuntamiento, a su juicio, «no sea visto como una forma de ganarse la vida para algunos, ni tampoco una agencia de colocación de amigos y de gente políticamente afín. Pondré fin a los llamados cargos de confianza», sentenció ayer el candidato.