El sindicato CSIF estudia denunciar ante Inspección de Trabajo al Ayuntamiento de l'Olleria por obligar a un empleado municipal «a asumir riesgos económicos personales en su puesto de trabajo y por la presión ejercida sobre él», señalaron ayer desde esta formación sindical. Esta advertencia viene motivada por la decisión del equipo de gobierno del consistorio de rechazar el recurso del conductor del camión de poda, que fue multado por la Policía Local mientras realizaba su labor, indican.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) explicó ayer que los hechos comenzaron en diciembre de 2018, cuando tres trabajadores de los servicios municipales se hallaban en la calle San Juan XXIII de la localidad llevando a cabo tareas de poda, y, tal como señalan en el recurso posterior, «el vehículo estaba sobre la acera para molestar lo mínimo y no obstaculizar el tráfico», aseguraron. Entonces, «pasó el concejal de Servicios Municipales y, a las cinco minutos, la Policía Local, que nos hizo una foto. Al día siguiente llegó una denuncia con la foto del camión al departamento de Servicios Municipales pidiendo identificar al conductor. Dos meses después, le ha llegado una multa al trabajador a su casa», sigue el recurso. Desde la corporación municipal negaron cualquier tipo de persecución y señalaron que el vehículo estaba mal estacionado e incumplía la normativa, por lo que debía ser multado.

CSIF asegura que el empleado afectado presentó alegaciones el pasado 12 de marzo, en las que relataba que el vehículo estaba detenido el tiempo necesario para hacer las tareas de poda, que pasó el concejal sin comentarles nada, como también lo hizo posteriormente un policía municipal, y que no les instó a retirar el vehículo. También explica que nunca ha recibido instrucción alguna de la concejalía de Servicios Municipales para no dejar el camión en ese lugar ni le han ofrecido alternativas de cómo y dónde estacionar para realizar la poda.

El sindicato lamenta que hace escasos días desde el Ayuntamiento de l'Olleria comunicó que desestima las alegaciones a pesar de no citar, como pedía el empleado municipal denunciado, en calidad de testigos a los otros dos trabajadores que le acompañaban y sin haberle permitido reunirse con el alcalde, tal como había solicitado.

La central sindical reprueba la continua presión del concejal de Servicios Municipales sobre el colectivo de trabajadores, que tiene un claro ejemplo en la denuncia al conductor del vehículo de poda.

A lnspección de Trabajo

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) también advierte de que, en caso de persistir con la desestimación de alegaciones, podría denunciar los hechos ante Inspección de Trabajo, tanto por «la presión del edil sobre los empleados así como por obligarles a asumir riesgos económicos personales», señalaron ayer.