A pesar de haber cosechado el peor resultado de su historia en la Vall d'Albaida, el PP ha conseguido salvar en cierta medida los muebles en los últimos comicios locales, no solo porque ha recuperado la alcaldía de la segunda localidad más habitada (l'Olleria) sino porque se ha convertido -paradójicamente- en la formación numéricamente más respaldada en el conjunto de la comarca, con 13.089 votos, un 25,9% del total de sufragios y 104 regidores. Claro que este dato se ve completamente ensombrecido por la espectacular irrupción de La Vall ens Uneix, la verdadera triunfadora de las elecciones. El partido recién creado por Jorge Rodríguez se ha quedado a muy poco de ser el más votado, con 12.737 sufragios, a pesar de que solo se presentaba en seis localidades. En Ontinyent, el alcalde Rodríguez arrasó con 12.223 papeletas. El PSPV, el partido que forzó su salida, ha sido el gran damnificado, puesto que ha perdido un 54,3% de votos respecto a 2015 (en plena ola socialista generalizada) y ha caído a la tercera posición, con 10.385 sufragios (3.700 menos que en las generales) y un total de 67 ediles en la Vall. Eso sin sumar los 754 votos de Unitat per Llutxent, una plataforma donde se integra el PSPV. Pese a su fracaso en Ontinyent, Compromís mantiene un resultado similar al de hace 4 años en la comarca, si bien pierde 27 sufragios y queda en cuarto lugar con 10.116 votos, un respaldo del 20% y 62 ediles.

El panorama no tiene nada que ver en la Costera, donde el PSPV es claramente la primera fuerza tras crecer un 15,7%, con 14.400 votos (el 36,6%) y 76 concejales en total. Le sigue el PP, con 9.874 sufragios y 52 ediles, y Compromís, con 4.792 votos y 21 regidores. Los populares han perdido un 25% de apoyos respecto a 2015 (3.300) y la coalición valencianista, un 16%. Ciudadanos ha crecido en 1.437 sufragios.