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Traspaso de poderes

El relevo más apacible en Bocairent

Josep Vicent Ferre deja la alcaldía tras 12 años para volcarse en su labor como director de la Alta Inspección y en la escritura histórica

El alcalde en funciones, Josep Vicent Ferre, conversa con su sucesor, Xavier Molina . PERALES IBORRA

A las puertas de una semana crucial para la investidura de los nuevos alcaldes y alcaldesas y para la configuración de los gobiernos surgidos de las urnas, la incertidumbre sobre posibles pactos a nivel local se mantiene sobre todo en aquellos municipios de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida donde más interrogantes existen, como es el caso de Canals o Enguera. Lejos de barullos, especulaciones y negociaciones entre bambalinas, en Bocairent casi todo está a punto para el que probablemente sea el relevo más tranquilo en la vara de mando entre las localidades de mayor peso de las tres comarcas.

Después de encadenar tres mayorías absolutas consecutivas a sus espaldas, el socialista Josep Vicent Ferre decidió en el inicio de este último mandato que no repetiría otra legislatura en la primera línea política. Lejos de desencadenar una ruptura traumática para el PSPV con su marcha, la candidatura encabezada por el que fue elegido para sucederle como cabeza de lista, Xavier Molina, arrasó en las urnas el 26M con un respaldo del 66,68% de las papeletas, casi veinte puntos por encima del apoyo cosechado por la formación hace cuatro años.

Molina será investido alcalde de Bocairent el próximo día 15 al frente de un equipo de gobierno que suma ocho de los once concejales del ayuntamiento, dos más que hace cuatro años. La oposición, en cambio, ha perdido peso: el PP tiene dos ediles y Compromís, solo uno.

«Los resultados reflejan que la población tiene total confianza en el nuevo candidato en la lista y suponen un respaldo a la gestión de los últimos años», hace balance Josep Vicent Ferre a Levante-EMV. El alcalde en funciones, con 63 años cumplidos, apura sus últimos días en el sillón presidencial sin dejar de acudir al ayuntamiento a diario, con tranquilidad y sin ningún apego a una vara de mando que tenía asumido desde hace tiempo que iba a dejar. Aunque no ha podido terminar todos los objetivos marcados porque los tiempos burocráticos rara vez están a la altura de las expectativas, Ferre procura dejar todo el papeleo correspondiente a su etapa cerrado, liquidar «temas pendientes» y «dejar las cosas lo más fáciles posibles al equipo que sigue». «Me reúno con ellos para informarles y ver cómo están las cosas, aunque la verdad es que lo conocen todo perfectamente». Molina ya ha sido concejal en el gobierno y eso facilita mucho el traspaso de poderes. Ferre se muestra «muy agradecido» a los vecinos porque «siempre me han tratado muy bien» y tiene claro que no piensa ser uno de esos expresidentes del gobierno obsesionados con controlar a su sucesor. Por eso, descarta cualquier tutela y no ofrece ningún consejo en especial a la nueva corporación. «Ya son mayores y saben bastante», bromea. «Estoy a disposición de ellos en el momento en el que me lo pidan, pueden contar siempre con mi opinión o si necesitan explicaciones de alguna cosa. Voy a estar ahí», señala el alcalde en funciones. «Si hubiera ganado otro también lo hubiera hecho: el bien del pueblo está por encima», aclara a continuación Ferre, que seguirá en su puesto como director de Alta Inspección de Educación de la Delegación de Gobierno (no tenía dedicación exclusiva de alcalde). En su tiempo libre, confiesa que está deseando «volver a hacer algo más de actividad física» porque le vendría «muy bien para la salud». En los años 90 fue árbitro de fútbol en 2ª División y 2ª B.

Volcado en un nuevo libro

Por supuesto, Ferre también quiere volcarse en sus otras pasiones ligadas a su vocación de historiador: la escritura, la lectura y la investigación. Es autor de varios trabajos y, de hecho, está ya terminando un libro sobre el paso de los Borja en Bocairent y los señores Sants de la Llosa.

El alcalde se descartó de figurar en la última lista del PSPV en Bocairent para «dar paso a personas más jóvenes, con ideas nuevas e ilusiones renovadas». En una entrevista a este diario, ya manifestó su falta de ambición política y su cansancio de cuestiones internas de partido. Entre los haberes de su mandato: la reducción de la deuda, la creación de nuevos servicios como la guardería municipal o el hogar de jubilado o el impulso de Bocairent como municipio turístico de interior por excelencia.

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