Después de una semana de alto voltaje entre las bambalinas de la política local y una vez finalizada la primera ronda de contactos con las demás formaciones con representación en el ayuntamiento, el alcalde en funciones de Xàtiva, Roger Cerdà, asumió ayer que no contará con el apoyo del resto de fuerzas en la sesión de investidura del próximo sábado, con el riesgo que ello comporta. «Los socialistas hemos conseguido una amplísima mayoría en las urnas, pero no disponemos de mayoría absoluta y mi elección como alcalde depende no solo del voto de mi grupo, sino de las decisiones que adopten libremente el resto de fuerzas políticas», hizo hincapié el candidato del PSPV a revalidar la vara de mando.

Cerdà, que aspira a gobernar en solitario con algunas competencias -aún por determinar- delegadas en Ciudadanos (Xàtiva Unida y PP las han declinado), no contempla otro escenario que no sea salir elegido en segunda vuelta por mayoría simple, con los votos de sus 10 concejales, en el caso -como parece- de que el resto de grupos voten a su cabeza de lista. «La única posibilidad es que algún otro candidato sume 11 votos y eso sería ilógico, porque supondría revertir la voluntad de los electores», manifestó el alcalde, muy cauto en todo caso durante su intervención.

El PSPV dobla en concejales a la segunda fuerza en el consistorio y solo necesita un voto para la mayoría absoluta en Xàtiva, pero en las filas socialistas aún no se da el partido por ganado y el temor a una posible pinza contra Cerdà, ya sea en la investidura o con posterioridad, no termina de desvanecerse. De hecho, los contactos con los distintos portavoces se avanzaron a esta semana respecto a lo inicialmente previsto precisamente para asegurar que el día 15 no hubiera sorpresas. Públicamente, tanto el PP como Xàtiva Unida han desmentido con rotundidad hasta el ligero atisbo de una alianza y han negado incluso haber mantenido conversación alguna al respecto. En cambio, y pese a la amenaza de acciones legales por parte de Xàtiva Unida, el portavoz de Ciudadanos, Juan Giner, se reafirmó ayer en que recibió propuestas para pergeñar una supuesta alternativa en la alcaldía a Cerdà en una reunión con alguien del círculo de la citada formación, aunque guardó silencio sobre el quién y no ofreció más pruebas al respecto.

Hoy, el arquitecto Enrique Argente ha reconocido a través de un tuit que se reunió con el portavoz de Ciudadanos, pero ha dicho que lo hizo "como ciudadano y sin representar a ningún partido", con la intención, según ha indicado, de "propiciar encuentros con diferentes opciones políticas para buscar consenso". Argente ha insistido en que su acción fue "independiente y personal", aunque ha admitido que ha podido "afectar a la credibilidad de Xàtiva Unida". Esta fuerza política se ha desvinculado de la actuación y ha negado que, como sostiene Giner, Argente hiciera de intermediario o fuera enviado por el colectivo.

Roger Cerdà, por su parte, reiteró ayer que el resultado del 26M «es contundente e incuestionable» y dio «una mayoría rotunda al PSPV», a 172 votos de la absoluta, por lo que confió en la fortaleza del nuevo ejecutivo. «Es difícil que no haya una legislatura tranquila y estable con un gobierno liderado por los socialistas», dijo. Y agregó: «la voluntad expresada por los vecinos es clara: Xàtiva quiere un alcalde socialista». Cerdà sostuvo que esta semana ha hecho un «ofrecimiento generoso y sincero» a otras fuerzas para que «colaboren» con el gobierno «aceptando alguna responsabilidad y asumiendo concejalías como en otras ocasiones se ha producido en este ayuntamiento», invocando tiempos pretéritos. Xàtiva Unida declinó la oferta apelando a las «injerencias» del PSPV, al no apreciar «una verdadera voluntad de integración» y dada su nula sintonía con Cerdà. El PP hizo lo propio subrayando su intención de no comprometer su independencia y de centrarse en la oposición. Ciudadanos sí aceptó asumir competencias, pero todavía no se ha hablado de cuáles ni del grado de dedicación que tendrán sus concejales. El candidato naranja, además, anunció que se votará a sí mismo en la investidura.

La puerta abierta durante todo el mandato

«Cada partido es libre de escoger el camino que quiere seguir, pero la puerta seguirá abierta toda la legislatura», incidió ayer Roger Cerdà, que emplazó a las demás fuerzas a mantener nuevas reuniones para acordar un documento conjunto con las principales medidas de la legislatura encaminadas según éste a «conseguir entre todos que la ciudad avance».

El alcalde dijo sacar una «impresión positiva» de las reuniones de esta semana para establecer «diferentes grados de colaboración» con otras fuerzas. Una de las concesiones ofrecidas por Cerdà que tanto el PP como Ciudadanos aceptan es la de asignar un asesor-secretario a los grupos de la oposición que se encargue de tareas de coordinación y administración municipal. El alcalde se mostró proclive y vio «necesario» este «apoyo» que se da en otros ayuntamientos dentro de «la normalidad democrática», si bien aclaró que la fórmula está en estudio.

La primera semana de negociaciones entre los grupos se ha llevado a cabo con luz y taquígrafos: el PSPV ha ofrecido una comparecencia diaria para detallar el avance de las reuniones y ha brindado a los otros portavoces la posibilidad de hacer lo propio. Nada que ver con lo que ocurrió hace cuatro años: de las conversaciones mantenidas entre los tres socios del Govern Sant Domènec previas al pacto de 2015 apenas trascendieron detalles.