Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

¿Y el reto de la tecnología?

Últimamente asistimos a un imparable enfrentamiento entre China y EE UU. ¿El motivo? La escalada en la guerra comercial y tecnológica entre ambos países, por el dominio o control del G5 «que amenaza con perpetuarse y establecer un nuevo orden mundial», según los observadores. El detonante ha sido Huawei, el gigante tecnológico chino, al que el gobierno de Donald Trump ha prohibido hacer negocios con las empresas de su país. La quinta generación del móvil, que irá mucho más allá de la revolución que representó el smartphone, ya está provocando un conflicto geopolítico, del que se dice «deja indefensas y descolocadas a las empresas y gobiernos europeos». Y por ende a los de aquí. Sin que se perciba ningún signo de preocupación.

Como sea que venimos de unas recientes elecciones municipales. Al mirar, en los más o menos someros programas electorales, de los tres partidos que han obtenido representación en Ontinyent (La Vall Ens Uneix, PP y Compromís), aparece con sorpresa que nadie parece mirar al futuro, centrando sus propuestas más bien en asuntos de cariz doméstico o con sabor a pasado. El único que tangencialmente esboza un trazo es el PP, al reclamar una infraestructura clave: dotar a Ontinyent de fibra óptica real (insistiendo en una propuesta plenaria que ya formularon el pasado mes de septiembre).

Por todo ello, el modelo de ciudad que se espera, la que debería ejercer de capital comarcal, es con los mimbres existentes un enigma. El programa electoral del triunfante nuevo partido de Jorge Rodríguez no permite ver su esqueleto, y algunos rasgos apuntan a estar destinados a ser una población conservadora y envejecida.

Llegados aquí compete preguntarse acerca de resultados sustanciales, derivados de la organización, en los pasados años, de los Foro I+T y de la adscripción de Ontinyent como smart city. ¿Cómo se aplicará su filosofía? El Foro iMast ¿cómo se está plasmando? Sin duda no son pocos los interrogantes de futuro por despejar. Pese a que Ontinyent dispone de una empresa propia de fibra, Ontitel, «la primera red de fibra óptica real en la ciudad», como se autodefinen, la extensión de sus servicios aún es parcial (con la de puestos de trabajo que se pueden crear, para instalación y mantenimiento). Y responde a que cubre aquellas zonas más rentables Sin que se sepa por qué el gobierno local no ha intervenido ya con alguna suerte de incentivos y con la finalidad de extender a toda la población el servicio de máxima velocidad en fibra óptica. Máxime teniendo en cuenta la llegada de la nueva tecnología 5G, que ya está ahí, a la vuelta de la esquina, como sabemos todos.

En un proyecto europeo con el marchamo de futuro, el EDUSI, tampoco existen maneras ciertas de abordar los retos urbanos estratégicos que entraña: económicos, ambientales, climáticos, demográficos y sociales. Sólo sabemos que las empresas innovadoras de Ontinyent contarán con una ayuda del ayuntamiento, como informaba Levante-EMV el pasado2 7 de abril. Lo que quiere decir que algo se hace, toda vez que Rodríguez seguirá al frente del gobierno municipal. Entre las empresas beneficiarias de la medida figura Ontinet, todo un fenómeno en el ámbito estatal, con una plantilla de 60 trabajadores, y claro exponente de modelo empresarial emergente. Por ahí se podría empezar.

Compartir el artículo

stats