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Alicia Herrero | Premio Xateba 2019

"La danza trasciende del género: hay que romper los estigmas sobre el bailarín"

La coreógrafa, docente y bailarina Alicia Herrero (Xàtiva, 1977).

Coreógrafa y bailarina profesional, docente, investigadora y gestora cultural. Alicia Herrero (Xàtiva, 1977) es una artista todoterreno que se mueve como pez en el agua en todo tipo de registros y que ha hecho de la formación la piedra angular de un polifacético trabajo de dimensión internacional. Su trayectoria se desarrolla entre escenarios británicos, valencianos o italianos y acumula galardones por sus creaciones y por sus proyectos artístico-educativos intergeneracionales de movimiento, música y canto, con base en Xàtiva. Es profesora en el Conservatori Superior de Dansa de València y despliega investigaciones socio-educativas sobre género, una labor que hoy le reconoce la asociación feminista Xateba con su premio anual.

¿Qué supone esta distinción a nivel local para usted?

Lo que más valoro es que proviene de una asociación que promueve los valores de la igualdad de género. Es muy gratificante que toda la labor y todos los proyectos a nivel artístico, educativo y social que hemos desarrollado en Xàtiva desde hace una década se simbolicen con este premio. El reconocimiento visibiliza una actividad que parece menor, algo lúdico o un pasatiempo, pero que tiene una labor social y educativa muy grande.

¿Cómo puede ayudar la danza a fomentar la igualdad?

Trabajo en un ámbito que está intrínsecamente vinculado con la mujer y con todas las cualidades femeninas, pero hay que hacer una llamada de atención porque la danza no es femenina, sino que trasciende del género. Tenemos que romper los estigmas sobre el bailarín que hace danza. Todavía hay muchos estereotipos que perjudican a los hombres vinculados a esta práctica. Se sigue viendo como algo peyorativo y determinante sobre una orientación sexual. En una sociedad madura debería existir una perspectiva mucho más amplia y flexible.

¿Cómo lo podemos remediar?

Desde hace años llevamos a cabo una investigación académica con universidades de Granada y València para trabajar los estereotipos y las diferencias de género en relación a la actividad física y a la expresión corporal. Hacemos intervenciones en centros de secundaria y primaria basándonos en la película Billy Elliot para valorar estas creencias y educar con la danza como elemento de cambio. Los alumnos se dan cuenta de que esos constructos sociales previos no tienen sentido. A veces tenemos prejuicios de forma inconsciente: hay un currículum oculto en la enseñanza y debemos tener cuidado para coeducar en igualdad. La formación del profesorado es muy importante para detectar conflictos y creencias dadas. Por otra parte, llevamos tiempo trabajando con colectivos desde la diversidad y la inclusión y se hacen cosas magníficas: hay adelantos continuos.

¿En qué más está embarcada?

Afortunadamente, tengo mucho trabajo. Compagino la faceta académica en el Conservatorio Superior de Danza con proyectos educativos de inclusión social a nivel artístico. Como coreógrafa, tengo varios proyectos entre manos entre Italia y España y todos tienen matiz de género. Vamos a participar en un festival organizado por la embajada de España en Matera, Italia y, como directora de la compañía joven Innovatori de Moviment, tenemos una actuación este mes en Aldaia, junto al orfeón local.

¿Cómo ha evolucionado la danza en el ámbito laboral?

Muchos me preguntan sorprendidos si vivo de esto: voy a cumplir 42 años y no he trabajado de otra cosa que no haya sido mi ámbito, con una formación superior. El sistema educativo recoge todas las enseñanzas en artes escénicas hasta niveles superiores, algo que hace 15 años no era una realidad en España. El tejido profesional en estos años ha ido mejorando. La crisis ha hecho mucho daño al sector, pero la danza va ganando posicionamiento social. Cuando sales de España ves que en otros países los artistas y profesionales tienen mucho más reconocimiento en este ámbito porque el arte se entiende como parte de la educación y de la identidad nacional. Aquí no le hemos prestado tanta atención, aunque hay que ser positivos y pensar que tendemos a seguir la línea de otros países. Ha habido un cambio paradigmático y mucha innovación.

¿Qué obstáculos se le presentan por el hecho de ser mujer?

Para cualquier mujer con responsabilidades que haya decidido ser madre es muy complejo satisfacer unas ambiciones profesionales. Tienes que estar lidiando y ver en qué momento te sacrificas. Hay que encontrar el equilibrio y ayudarse de un buen equipo profesional y humano.

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