El Gran Teatre, la biblioteca, la Casa de les Dones, FirAll, Música i Lletra... Educación, Memoria de Xàtiva, Promoció Lingüística, Movilidad, Promoción Económica, Participación, Igualdad... Los cinco concejales de Esquerra Unida en el consistorio setabense han sido durante los cuatro años del Pacte de Sant Domènec casi, casi un equipo de gobierno paralelo al principal; un ayuntamiento bis que ha llegado a gestionar más de un 30% de la actividad que genera la institución. ¿Por qué si han revalidado el resultado de 2015, con otros cinco ediles, se han apartado de la gestión voluntariamente y de manera tan drástica? Miquel Lorente, líder de la formación, lo explica. Y lo hace mientras ya está de nuevo ocupando su plaza de profesor de Geografía e Historia en el IES Vermellar de l'Olleria, donde el 30 de mayo —cuatro días después el 26M— solicitó su reingreso. Dice que el ejecutivo «de una sola voz» que Roger Cerdà, el alcalde, «ya anunciaba el día después de las elecciones» es una clara invitación a no quedarse.

Sobre si la decisión de rechazar la oferta del alcalde de gestionar delegaciones en el próximo mandato que ahora empieza era lo inevitable, Lorente asegura que «impulsar un gobierno de una sola voz es una decisión excluyente, extemporánea, que no apuesta por ningún pacto sincero. No nos gusta esa manera de entender la política. En democracia se hacen pactos entre iguales y no en condiciones de vasallaje, y ese gobierno de una sola voz es inaceptable para todos nosotros. Y el mismo alcalde es el primero en saberlo. El pacto entre PSOE y Ciudadanos es el pacto deseado por él y ha ido gestándose desde hace mucho tiempo. De hecho, el propio Juan Giner [cabeza de lista de Cs y, según adelantó Levante-EMV ayer, nuevo regidor de Policía Local] ya insinuó en noviembre de 2016 gestiones realizadas en este sentido», afirma.

El candidato de Xàtiva Unida acusa a Cerdà de haber hecho «un balance poco respetuoso» con el trabajo realizado por su grupo, cuya gestión «calificó de sectaria y dogmática», subraya el regidor. «Ciertamente, no estaba facilitando en nada un posible escenario de entendimiento; más bien estaba trabajando en todo lo contrario. El pacto entre PSOE y Xàtiva Unida no ha estado nunca en la hoja de ruta del alcalde», sentencia.

«Por otro lado, hemos de confesar —añade— que somos un equipo y en ningún momento se nos ha pasado por la cabeza actuar» por libre, dice al respecto de que si bien él no, al menos algunos de sus ediles podían haber continuado con sus delegaciones. «No era viable trabajar a contracorriente en un gobierno como el que se nos plantea, y sin olvidar que nunca se nos ha hecho una propuesta sincera porque el objetivo era el encuentro con Ciudadanos», insiste.