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El Pont vell, por imperativo

Ha tenido que ser por imperativo legal, digo mediante un apremiante informe técnico, por el que el gobierno ontinyentí que preside Jorge Rodríguez ha culminado con el cierre al tráfico rodado del Pont Vell. Este puente, con más de cinco siglos en el haber de las piedras que lo conforman, ya venía siendo objeto en las redes sociales de una campaña en pro de su peatonalización. En abril de 2015 ya empezaron a escucharse voces demandando su único paso peatonal, es decir que se revertiera su uso a la Edad Media (data de 1501), cuando solo soportaba el paso de la gente y, como mucho, de carros con tracción animal.

Ahora hemos sabido, por los técnicos municipales, que el continuado paso de coches y camiones estaba «deteriorando su estado estructural». El citado informe técnico nos advierte que «algunas piezas que formaban la bóveda de uno de los arcos del puente se habían movido ligeramente».

Obviamente, dicho imprevisto ha movido al gobierno municipal a hacer una modificación, por la vía de la unificación, del proyecto de rehabilitación en tres fases. Por lo demás parece que el proyecto del Riu Viu seguirá las pautas marcadas, es decir huérfano de la demandada pasarela peatonal entre el Trinquet Maians y la zona próxima al Tirador (menos por el gobierno de Rodríguez). Amén del trabajito extra que le ha caído (al menos eso se supone) a la sobredimensionada oficina técnica, ya que tendrán que ofrecerle alternativas viarias al gobierno local para que este saque pecho tras el cierre al tráfico del Pont Vell.

Sin embargo, el mismo día en el que se cumplía el primer aniversario del estallido del caso Alquería, el jueves 27, día negro para la trayectoria política de Rodríguez, Levante-EMV publicaba una noticia preocupante para la salud de los ontinyentins: «Ontinyent supera en 55 días los niveles de contaminación de ozono de la UE». Con el añadido de ser «la tercera ciudad (valenciana) más contaminada», hasta el extremo de, en 2018, rebasar en más del doble la normativa europea. Inopinadamente, al igual que en años anteriores, está problemática medio ambiental que atañe a los vecinos ha venido siendo ignorada, al no considerarse un tema prioritario. Y por tanto, no se le ha reclamado a la Conselleria de Medi Ambient que adopte las medidas reparadoras oportunas.

El éxito que la novela le da a Penadés, Albaida se lo niega. Ha vuelto a suceder como en 2015, cuando el entonces cabeza de cartel albaidí por el PSPV-PSOE, Josep Penadés, solo obtuvo su concejalía en los comicios municipales de aquel año. Semanas después obtenía el primer premio del certamen de Literatura Erótica que convoca la Mancomunitat, con su obra Deliri. Ahora, tras haber obtenido el pasado mayo tres concejalías, pero no la alcaldía, veía como el pasado fin de semana en Alfarrasí volvía a obtener el primer premio con su novela L'olor del pensament. Veremos que sucede en 2023.

Por otra parte, y a falta de quién le escriba a la Mancomunitat, ya se ha sabido que de los 68 consellers que conformarán el nuevo plenario, 24 son del PSPV, 24 del PP, 14 de Compromís y 6 de La Vall ens Uneix. La lógica política dice que socialistas y Compromís deberían formar gobierno, con mayoría suficiente.

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