Los colectivos taurinos de Xàtiva admitieron ayer que en la próxima Fira d'Agost tampoco habrá toros. Había dos circunstancias que les animaban a pensar que tal vez este año fuera el de la recuperación de los festejos. Por un lado, hay un nuevo gobierno en el que el alcalde es el mismo, el socialista Roger Cerdà, pero que ya no tiene como socios a los dos partidos que alentaron la suspensión de las corridas, Xàtiva Unida y Compromís. Y por otro, se cumplen cien años de la inauguración de la plaza de toros de Xàtiva. El coso albergó su primera feria taurina en 1919. Sin embargo, la instalación sigue con las deficiencias técnicas que impiden hacer uso de la misma sin una reducción de aforo. A ello se une que presenta un preocupante deterioro por la persistente falta de cuidados: está cerrado desde 2016 y no existe mantenimiento alguno.
En todo caso, según José Calatayud, portavoz del Club Taurino Punteret, uno de los tres colectivos en defensa del regreso de los toros a Xàtiva, los problemas técnicos del coso «no nos sirven de excusa». A su juicio, con esa misma falta de medidas que presenta el coso sí que se pudieron celebrar festejos taurinos en 2014 y 2015; incluso en 2016 aunque ya no fueron toros. Por otra parte, admite que incluso en el caso de que se concediera el permiso para usar la plaza con la reducción de su aforo «ya hemos llegado tarde», señaló ayer. Y es que el proceso electoral del 26M y el periodo posterior «hacía inviable tratar de organizar algo porque en esa coyuntura no sabes quién va a gobernar y a decidir». Y ahora que el nuevo consistorio ya funciona, «no hay tiempo material» para poder montar una feria con apenas un mes de antelación, y las figuras están muy solicitadas en esas fechas, del 15 al 20 de agosto», recordaba ayer Calatayud.
Lo que lamentan especialmente tanto desde el CT Punteret como por parte de la Penya Socarrats y Che Que Bou, las otras asociaciones taurinas locales, es que la plaza no albergue de nuevo toros «en un año tan significativo» como el del centenario. Piensan que una feria taurina con carteles potentes y algún acto conmemorativo hubieran puesto de nuevo en el mapa taurino valenciano el que es el segundo coso de la provincia, sólo por detrás de la capital. Con todo, desde el Punteret añaden que el aniversario no está perdido porque es todo el año «y tal vez en el 9 d'Octubre se podría hacer algo», dejan caer. «Sólo es cuestión de trabajo y buena voluntad», pide Calatayud, quien está esperanzado en el que el nuevo gobierno afronte de otro modo la supresión de los toros. De hecho, en la campaña electoral, el alcalde y candidato del PSPV-PSOE, Roger Cerdà, admitió que la plaza no puede estar en esas condiciones y propone invertir.
