El gobierno a tres bandas de Canals ha apurado el plazo máximo de 30 días a partir de la investidura para dar a conocer cuál será su nueva arquitectura organizativa. La puesta de largo tendrá lugar hoy en el Parc Jaume I, a dos días del pleno municipal de organización del lunes. La coalición integrada por Compromís y Canals en Moviment -con el apoyo de dos regidores no adscritos- reserva un puesto destacado para la cabeza de lista de Ciudadanos (Cs), expulsada del partido tras contravenir las directrices internas en materia de pactos. Celia Bononad ocupará la segunda tenencia de alcaldía, formará parte de la junta de gobierno y gestionaría ponencias de cierto peso en el consistorio, como Fira i Festes o Agricultura, según la información que ha trascendido.

Los dos tránsfugas que se presentaron a las urnas bajo la marca de Cs no tendrán un sueldo asignado ni una dedicación específica por desempeñar sus delegaciones y «solo» cobrarán las indemnizaciones correspondientes a la asistencia a órganos colegiados, en un intento del equipo de gobierno por encuadrarse dentro del artículo 73.3 de la Ley de Régimen Local, según el cual «los derechos económicos y políticos de los concejales no adscritos no podrán ser superiores a los que les hubiesen correspondido de permanecer en el grupo de procedencia».

El PSPV, en cambio, aprecia un claro incumplimiento de la normativa antitransfuguismo y ya ha registrado una moción para que el secretario del Ayuntamiento de Canals «clarifique los derechos económicos que pueden tener los tránsfugas». Esta formación estudia incluso la posibilidad de impugnar el acuerdo que el lunes dotará de responsabilidades a los no adscritos, invocando la jurisprudencia existente. Los socialistas sostienen que los ediles repudiados por Cs sí serán recompensados económicamente «por la puerta de atrás» a cambio de su apoyo a Compromís, puesto que el ejecutivo ha decidido incrementar en torno a un 100% las dietas que cobran los concejales no liberados por su asistencia a órganos colegiados. Hasta ahora percibían 40 euros por plenos y juntas de gobierno y 20 euros por cada comisión informativa. Desde el equipo de gobierno defienden que se ha producido una «reestructuración» de los fondos que aumenta la cuantía abonada directamente a los concejales sin dedicación en detrimento de las asignaciones fijas destinadas a los grupos políticos por razón de su actividad, que se reducen de forma proporcional. «Premiamos el trabajo político de aquellos que no tienen retribución: los que más salen ganando son los partidos de la oposición», aseguran en el ejecutivo. Pero la oposición rechaza de plano esta medida, que reduce notablemente los fondos de los partidos y ofrece sustento económico a los tránsfugas, sin grupo propio.

La primera tenencia de alcaldía del nuevo gobierno recaerá en el número dos de la candidatura de Canals en Moviment (CEM), Vicent Tornero, que será uno de los tres liberados con dedicación exclusiva en el ayuntamiento (uno más que en el pasado mandato), junto al también teniente de alcalde Miquel Alventosa y la alcaldesa Mai Castells, ambos de Compromís. Ésta última mantendría un sueldo similar al aprobado en 2015 para su antecesor en la alcaldía (que percibía 35.000 euros), mientras que la retribución de Tornero (responsable de Promoción Económica, Educación o Deportes) y Alventosa será de 28.000 euros. El resto de ediles del gobierno (excepto una) tendrán dedicaciones parciales del 30%, el mismo porcentaje asignado a los concejales «rasos» con delegaciones del pasado mandato, que cobraban alrededor de 8.000 euros anuales. En el seno del ejecutivo, que también mantendrá un puesto de confianza de libre designación, apuntan a una rebaja global en sueldos respecto a hace 4 años, cuando había 7 regidores con dedicaciones del 25 al 35% y dos con el 100%.

Participación y transparencia

Más que el importe económico, lo que critica el PSPV es la falta de integración del resto de fuerzas en órganos como la junta de gobierno y la -a su juicio- «nula transparencia» de las negociaciones. Los socialistas opinan que «los dos partidos con menor representación en el ayuntamiento» han sido «premiados» por Compromís a cambio de la investidura y no ven ajustadas las retribuciones a la carga de los diferentes concejales. La formación cuestiona que la primera tenencia de alcaldía recaiga en CEM, el partido menos votado en las urnas. Para el PSPV, la «opacidad de las negociaciones evidencia un conflicto grande entre Canals en Moviment y Compromís».

Este extremo lo niega tajantemente Vicent Tornero (CEM), que atribuye el retraso en alumbrar la organización a la complejidad de encajar las diferentes piezas de la forma más eficaz posible, teniendo en cuenta las circunstancias de los no adscritos. «Se han repartido las concejalías pensando en quién puede hacer cada labor concreta con un mayor o menor grado de dedicación», replica el regidor.