El proyecto obtuvo la evaluación favorable del Ministerio de Medio Ambiente en julio de 2009 con la previsión de materializarse en 2011, pero terminó quedando sepultado por la crisis y ahora, diez años después, ha vuelto a retomarse. Invocando la Ley de Expropiación Forzosa, la Delegación del Gobierno ha señalado a mediados de septiembre el levantamiento de las actas previas a la ocupación de las 15 fincas afectadas por la construcción de la subestación eléctrica de 400 kilovatios en Montesa, una infraestructura necesaria para dar cobertura al nuevo trazado de la Alta Velocidad Madrid-Levante, en el marco de las obras del ramal València-Alicante.
Red Eléctrica Española obtuvo en abril de la Dirección General de Política Energética la autorización administrativa para ejecutar la instalación, que recibirá el suministro de la línea eléctrica aérea de doble circuito de 400 kv habilitada entre Beneixama y Catadau y servirá de alimentación eléctrica a la catenaria que proporcionará energía a los trenes del AVE y el Corredor Mediterráneo. La decisión de retomar el proyecto fue adoptada hace dos años por el Gobierno recién constituido de Pedro Sánchez. Se trata de una de las pequeñas modificaciones introducidas en el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2015-2020, que inicialmente excluía la subestación tras haberse reconsiderado años atrás la necesidad de su construcción. Las obras, en todo caso, están previstas a partir de 2020. La de Montesa es la única infraestructura de estas características y potencia prevista en la nueva planificación estatal en el ámbito de la C. Valenciana.
Las parcelas afectadas por los trabajos tienen naturaleza agraria y están ocupadas por diferentes tipos de cultivos. Aunque todas se localizan en término de Montesa, lindan a pocos metros de la localidad de Vallada. La subestación se diseñó inicialmente con un presupuesto de 5,6 millones de euros, equipada con dos calles completas y con una superficie de cuatro hanegadas. Dentro de la estrategia desgranada hace unos meses por Red Eléctrica, la compañía subrayó la necesidad de efectuar los trabajos en coordinación con ADIF para garantizar el desarrollo de las infraestructuras eléctricas de forma acompasada con las ferroviarias, dados los múltiples cambios en la programación, muy retrasada en el tiempo. La línea de Montesa tendrá una longitud total de 1.266 metros y sobrevolará el río Canyoles y los barrancos del Oms y del Salt. En el proyecto se incorporaron modificaciones para minimizar el riego de colisión de las aves y evitar afecciones en la zona de importancia comunitaria LIC de la sierra de Enguera.
El Gobierno contempla la puesta en funcionamiento de la vía única de ancho ibérico entre Moixent y La Encina a partir de 2022, año en el que también debería convertirse a ancho internacional la doble vía del tramo Xàtiva-La Encina, donde en la actualidad se ejecutan por fases las obras de montaje de vía y electrificación.
