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Medio Ambiente

Las 25 islas de compostaje evitarán 9,5 toneladas de C02 al año con una inversión de 824.000 euros

El Consorcio de Residuos (COR) adjudica por 89.000 euros el contrato de redacción de proyectos y supervisión de obras que dará comienzo en septiembre

Trabajos de almacenaje de la materia orgánica en uno de los proyectos pilotos de compostaje del COR.

El Consorcio comarcal de Residuos V5 (COR) ha formalizado con la empresa de ingeniería Segura&Roldán el contrato para la redacción de los proyectos y la asistencia técnica de las obras de las islas de compostaje contempladas en 25 municipios de la Costera, la Canal, la Vall d'Albaida, el Valle de Ayora y la Safor. La consultora de cabecera del COR se adjudicó el encargo por 89.012 euros después de ofertar una rebaja del 14% sobre el presupuesto inicial de la licitación. El contrato entrará oficialmente en vigor el 2 de septiembre con una duración de entre tres y cinco años, en función de cómo vaya desarrollándose la inversión global de 824.000 euros prevista en las instalaciones de compostaje, financiadas con ayuda del Ministerio de Transición Ecológica y la Diputación de València.

El proceso se halla en la fase de seleccionar ubicaciones técnicamente viables, con la implicación de los ayuntamientos. Conforme se vaya dando luz verde a cada una de las islas, la contratista deberá entregar el proyecto de ejecución correspondiente en 45 días. El reto pasa por que los municipios más pequeños gestionen localmente toda la fracción orgánica recogida de manera separada generada por sus habitantes, reduciendo la cantidad de basura de la bolsa gris.

Según los cálculos del Consorcio, las 25 islas tratarán anualmente alrededor de 738 toneladas de biorresiduos que no tendrán que transportarse hasta las estaciones de transferencia y valorización, generando un volumen de compost de 633 toneladas. Al año, el sistema permitiría un ahorro de hasta 9,53 toneladas de emisiones de CO2. Por un lado, se evitarían 106 viajes de 60 kilómetros hasta las estaciones de transferencia, puesto que se sustituirían 4 rutas semanales de recogida de residuos mezclados de recolectores de tamaño medio (7 toneladas). Además, se ahorrarían otros 37 viajes de camiones de gran capacidad (20 tn) con un recorrido total de ida y vuelta de 196 kilómetros desde la transferencia hasta la planta de eliminación. Con el nuevo método, los operarios municipales se encargarían, mediante furgonetas, de recoger la materia orgánica del día a día depositada puerta a puerta o en contenedores, así como de vaciar los residuos en las composteras y de añadir material vegetal necesario en el proceso. Quincenalmente, dos operarios del COR vaciarán las composteras en la pila y supervisarán que todo funciona de forma óptima.

El Consorcio prevé que los pueblos piloto incluidos en el proyecto sean capaces de alcanzar una ratio de recogida selectiva del 80% respecto al total de la fracción orgánica producida, que a su vez representaría el 41% de los residuos urbanos mezclados generados.

En función del número necesario de composteras y de la longitud de la pila, se definen tres tipos de islas de geometría variable, a implantar en parcelas de 100 a 211 metros cuadrados. Las primeras cuentan con entre dos y tres composteras, cuestan unos 2.711 euros y, según la memoria inicial descriptiva del proyecto, están diseñadas para Sempere, Carrícola, Castellonet y Estubeny. Las segundas cuentan con entre 5 y 9 composteras, cuestan 3.242 euros por unidad, y se proyectarían en poblaciones como Pinet, Aielo de Rugat, Bufali, Benissuera, Rugat, Torrella, Vallés, Beniatjar, Almisserà, Bellús o Terrateig. El tercer tipo de «islas» de compostaje tienen un valor de casi 4.000 euros, pueden disponer de hasta 14 composteras y están ideadas para Cerdà, La Granja, Beniflà, Guadassèquies, Ràfol de Salem, Benissoda, Salem, Otos o Fontanars. También pidieron sumarse las pedanías de Xàtiva, l'Alcúdia de Crespins, Bocairent o la Font de la Figuera.

Uso de los restos de poda

Cada isla será autónoma energéticamente y 100% sostenible: se empleará agua de lluvia para el riego de la pila de los biorresiduos y energía solar para la bomba de riego y el motor eléctrico de la tamizadora. Además, se utilizarán maderas recuperadas de los ecoparques para la cubierta y un sistema que minimiza las molestias ligadas a los olores e insectos. Las instalaciones dispondrán de contenedores para el almacenaje de restos de poda triturada, puesto que se necesitarán unas 185 toneladas anuales de este material vegetal -cuya eliminación es un problema en zonas rurales- para mezclarlo con la fracción orgánica y garantizar un compost de calidad.

De forma paralela, el COR proyecta cuatro plantas intermedias de tratamiento de biorresiduos con el objetivo de reducir en más de 26.000 toneladas la bolsa gris. La primera se pondrá en marcha en el Valle de Ayora y se planea otra en la Canal -de 1.200 toneladas- y dos más (de 12.000 tn) en la Safor y en la Costera o la Vall d'Albaida.

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