El Ayuntamiento de Xàtiva tiene previsto someter a debate este martes en la Junta de Gobierno el sacar a concurso la explotación publicitaria del campo de fútbol la Murta. Dicha gestión, históricamente siempre en manos del principal usuario de la instalación, el Club Deportivo Olímpic, lleva más de un año paralizada puesto que el club cometió varios incumplimientos «graves» en materia de transparencia en la gestión de los anuncios y el ayuntamiento, propietario del recinto, cortó de raíz dicha gestión.

Según ha podido saber este diario, el ayuntamiento pretende que, como mínimo, ceder la gestión publicitaria de la Murta reporte un canon anual de 7.000 euros para las arcas municipales. Pero como se trata de un concurso, las ofertas pueden contener mejoras más beneficiosas para el consistorio. Y la mejor de entre todas, en caso de existir varias, sería la que primaría a la hora de decantarse.

Sobre si se trata de una manera de legalizar una situación para que, en definitiva, siga siendo el club quien se beneficie de esta explotación, fuentes conocedoras del expediente señalan que no es tan sencillo toda vez que se saca a concurso y, por tanto, las oportunidades son las mismas para todos los que se puedan presentar. Además, no se puede presentar un club deportivo. Sin embargo, no es ningún secreto que el Olímpic quiere amarrar esa importante fuente de ingresos y que intentará quedarse la contrata. ¿Cómo? El presidente del club, Ricardo Matéu, anunció ayer en este diario que el club optará a gestionar la publicidad pero a través de un empresa intermediaria, admitía.

El Ayuntamiento de Xàtiva revocó el 4 de junio del pasado año la autorización administrativa que daba carta blanca al al Olímpic para explotar en exclusiva la publicidad interior y exterior de La Murta. Ambas partes suscribieron en diciembre de 2015 un convenio encaminado a regularizar el «conflicto de intereses» derivado del uso privativo de la instalación pública. Sin embargo, la entidad deportiva fue incapaz de cumplir con la obligación de justificar los ingresos de sus anunciantes, puesto que no ha aportó trimestralmente los contratos ni las facturas que se le requerían. El ayuntamiento admitió que no pudo «garantizar la transparencia en el uso y explotación del bien de titularidad municipal» y rescató la concesión.