La Festa de les Paelles de la Fira d'Agost volvió a ser ayer multitudinaria. El popular evento protagonista, junto al acto de clausura, del último día de feria, reunió a cientos de asistentes en la explanada del pabellón de voleibol, el recinto liberado tras finalizar la Fira del Bestiar. La organización agotó los 150 tiques previstos para otras tantas paellas, que reúnen a una media de diez personas. La cita congregó a unas dos mil personas „las 1.800 sillas dispuestas se llenaron„en un ambiente festivo en el que destacó la ausencia de incidencias, peleas y problemas con el alcohol de los participantes, habituales en ediciones anteriores, sobre todo cuando la fiesta tenía lugar por la noche. Este año no hubo ningún evacuado en ambulancia y la tranquilidad imperó en un evento en el que lo más reseñable en incidencias fue la atención a un joven que se mareó y la policía apercibió a un hombre que realizaba fotografías a unas chicas.
La Reina de la Fira, Laura Vidal, sus damas y los acompañantes llegaron al pabellón de voleibol sobre las tres de la tarde, para disfrutar de la paella preparada para la máxima representante de la fiesta y su corte de honor.
El concejal de Fira, Pedro Aldavero, destacó ayer tras concluir la celebración «el gran ambiente» en las paellas, «sin ningún incidente, ninguna pelea y con una fiesta en la que ha reinado la gran participación, con muchos grupos de jóvenes ataviados con camisetas confeccionadas para la ocasión, algunas muy originales», resaltaba. El concejal también aludía al «buen tiempo» meteorológico „descendieron las temperaturas„ y afirmó que la Festa de les Paelles se consolida en el horario matinal. «Los resultados de la celebración nos dan más motivos para seguir apostando por la fiesta al mediodía», afirmaba Aldavero. El grupo Stolen & Brass animó las Paelles hasta las seis de la tarde, después hubo ambientación con música disco y la fiesta concluyó pasadas las siete de la tarde.
