Historia, color, música y espectáculo se combinaban la noche del pasado viernes en una impactante entrada de Moros y Cristianos de Ontinyent. Miles de personas abarrotaban todo el recorrido, que fue de la avenida Almaig a la avenida de Daniel Gil y la plaza de la Concepció. Entre las autoridades que acompañaban al alcalde, Jorge Rodríguez, estaba el Presidente de las Corts, Enric Morera, el rector de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, o el Comandante General del Eurokorps de la UE y la OTAN en Estrasburgo, Alfredo Ramírez.

Tras la espectacularidad que durante la tarde desplegó la entrada cristiana, la noche dio paso al desfile moro, que también hizo las delicias de los asistentes.

El desfile lo abría la capitanía de los Saudites, que recreaba la batalla de Yarmuk entre el imperio Bizantino y fuerzas musulmanas del Califato ortodoxo.

Esta contienda tuvo lugar en el año 636 donde hoy se ubican las fronteras Siria-Jordania y Palestina. Entre los elementos destacados de la capitanía encabezada por Ángel Torregrosa hubo un espectáculo de humo y la presencia destacada de las mujeres para homenajear el papel de estas durante la batalla.

La embajada de Chanos no ofreció ninguna travesía ni batalla del pasado. Su voluntad fue la de deleitar al público con una visión colorista a través de los trajes y la música. Con José Luis Belda como embajador y José Luis Azorín como abanderado (que desfilaban en una vistosa carroza), incluía un repaso a los diversos trajes oficiales que la comparsa ha tenido desde su fundación en 1918, incluyendo incluso la vestimenta original , así como caballos bateadores y un ballet con una recreación de una serpiente enorme. El acto transcurrió ante una gran cantidad de público, que no abandonaba sus asientos hasta pasadas las 2 y media de la madrugada de ayer sábado tras disfrutar del gran espectáculo que ofrecieron los dos bandos.