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El temporal destruye un puente medieval e inhabilita varias vías de paso en Moixent

La histórica construcción, que se encontraba en ruinas y apuntalada, no ha sobrevivido a la crecida del Canyoles - Las intervenciones de limpieza y reparación de daños se multiplican en las localidades afectadas

Restos del puente medieval. s. gasset

El extraordinario temporal de lluvias que el pasado jueves sembró el caos en Moixent por el desbordamiento del río Cànyoles ha provocado el derrumbe completo del puente de origen medieval ubicado en la zona de Les Casetes de Lloma. El responsable de Acció Ecologista-Agró en la Costera, Santiago Gasset, ha dado cuenta con él de la desaparición de «muchos siglos de historia» y ha recordado que la infraestructura fue apuntalada en primavera ante el grave riesgo de hundimiento que presentaba por su estado ruinoso.

El colectivo ecologista ha estado siguiendo de cerca la evolución de este puente y, hace un año, solicitó formalmente su declaración de ruina mediante una instancia por escrito en el ayuntamiento que «no ha recibido contestación hasta ahora». «Para evitar su caída lo habíamos apuntalado e incluso habíamos retirado algún árbol caído de los alrededores. También habíamos impedido que se pudiera pasar para evitar desgracias. No obstante, sabíamos que le quedaba poco si no se hacía nada para repararlo», indica Gasset.

El alcalde de Moixent, Guillermo Jorques, subraya que la fuerza de la riada fue tal que ha inhabilitado al menos seis puentes de comunicación sobre el cauce en el municipio, ocasionando unas pérdidas económicas muy cuantiosas que se están evaluando poco a poco, a tiempo que los técnicos examinan la estabilidad y el riesgo de nuevos derrumbes en infraestructuras de mucha importancia. En el caso del puente de les Casetes de Lloma, Jorques recalca que el río no solo se llevó por delante la estructura, sino también el propio ribazo que la sostenía. «Incluso rehabilitando se habría derrumbado», sostiene el munícipe.

El caudal del Cànyoles, que se multiplicó por 20 a su paso por Moixent, arrasó con señales, faroles, vehículos, barandillas y todo lo que encontró a su paso, anegando varias casas. El alcalde atribuye las inundaciones a una mala canalización de las aguas de la que culpa a unos bloques de hormigón que se situaban en la carretera de la diputación y que empujaban la corriente hasta la vía pública. Después de una dura jornada de trabajo el domingo, el consistorio habilitó una pasarela central en el puente de la Avenida Lepanto -cerrado al tráfico por su inseguridad- para posibilitar los accesos a pie a los centros escolares. En Moixent, cinco brigadas de Divalterra operaban a destajo ayer para devolver la normalidad al casco urbano y el poblado íbero de la Bastida de les Alcusses, retirando árboles caídos que impiden el acceso al mismo. También se emplearon en eliminar los cascotes que obstaculizaban el paso de los vecinos atrapados en casas y chalés y en borrar el fango que inundaba el Llavador, a tiempo que se limpia el barranco del Bosquet y el cauce del Cànyoles, donde se acumula mucha suciedad. Más de una treintena de efectivos de Divalterra han participado en tareas de acondicionamiento en el pueblo.

Dos carreteras todavía cortadas

Pese a todo, ayer tarde dos carreteras permanecían cortadas en Moixent como consecuencia de los efectos del temporal. El tráfico sigue suspendido entre la CV-651 y la CV-655 por desprendimientos en la calzada y en la CV-652 por el derrumbe de una obra de drenaje transversal. Renfe restableció el lunes el servicio ferroviario entre Xàtiva y Alcoi después de cuatro días con el servicio interrumpido por culpa de las inundaciones.

En Ontinyent, la rotura de dos colectores que impiden la depuración de las aguas residuales y las evaluaciones de las casas inundadas, buena parte de las cuales han quedado inhabitables, son las principales preocupaciones. Por otra parte, la brigada de obras acumula ya intervenciones en más de 50 caminos y ramales públicos en el diseminado para paliar los efectos de las lluvias. Cinco retroexcavadoras continúan retirando fango y restos de desprendimientos sobre estas vías, mientras los vecinos de Cantereria limpian sus casas anegadas y convertidas en un lodazal. Los parques y jardines municipales también están siendo objeto de intervenciones, razón por la cual algunos de ellos siguen cerrados. Colegios e institutos retomaron las clases ayer, si bien el campus universitario se mantiene cerrado hasta que la Universitat de València lo decida.

En Aielo de Malferit, donde también ha desaparecido un puente del siglo XVI, la biblioteca ha hecho un llamamiento para recopilar imágenes para integrarlas en un archivo fotográfico que servirá para organizar y exposiciones y publicaciones. El ayuntamiento prepara un libro-homenaje.

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