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Inseguridad vial

La CV-60 y la CV-610 concentran el 30 % de los accidentes en las tres comarcas

Las dos carreteras de la Vall d'Albaida aguardan inversiones históricas y presentan la mayor siniestralidad entre las vías autonómicas - El trazado Xàtiva-Terrateig registra la cifra más alta de accidentes en 8 años

El sinuoso trazado de la CV-610 une Xàtiva, El Genovés, Llutxent, Quatretonda y Pinet. p. iborra

La última radiografía de la Conselleria de Obras Públicas y Movilidad no deja lugar a dudas. La CV-60 y la CV-610 son las carreteras de titularidad autonómica con más siniestralidad para la circulación en el ámbito viario de la Costera, la Canal y la Vall d’Albaida. Ambas concentran el 30% de los 190 accidentes registrados en 2018 en las tres comarcas. Y las dos arrastran tras de sí reivindicaciones históricas y promesas millonarias de inversiones para reforzar su seguridad que no terminan de materializarse.

La CV-60 se lleva la palma: en los primeros 23 kilómetros del trazado, que unen l’Olleria y Terrateig (donde se convierte en autovía), se contabilizaron 29 accidentes de tráfico a lo largo de 2018 que se saldaron con un herido grave y cinco leves. En 2005, el Ministerio de Fomento y la Generalitat llegaron a un acuerdo para la construcción del doble tramo de 20 kilómetros entre Terrateig y l'Olleria. Desde entonces, el trazado se ha cobrado 12 víctimas mortales, las dos últimas en 2017, cuando la siniestralidad de la vía tocó techo, con 44 accidentes. Pasados 12 años, sigue sin materializarse la intervención en una carretera que en algunos tamos en la Vall soporta más de 10.000 vehículos diarios sin estar preparada para ello. Aunque en la pasada legislatura se contrataron estudios para retoma la actuación, no se han traducido hasta ahora en compromisos concretos.

La CV-610 parte desde Xàtiva y desemboca en el mismo punto que la CV-60, en Terrateig, aunque conectando El Genovés, Llutxent, Quatretonda y Pinet. En esta carretera la intensidad media diaria del tráfico es menor -7.854 vehículos en su tramo más concurrido- pero en 2018 registraron un total de 27 accidentes en sus 26 kilómetros que dejaron dos heridos graves y uno leve. Esta cifra de siniestralidad es la más alta de la que se se tiene constancia en el citado trazado en los últimos ocho años, desde que la conselleria publica balances. Y eso que el dato no incluye el fallecimiento de un joven motorista de 17 años, vecino de Llutxent, que en febrero de este 2019 chocó contra una furgoneta con consecuencias trágicas. En 2017, la CV-610 contabilizó 23 accidentes y un herido grave; en 2016, 21 siniestros sin heridos, mientras que en 2015 se atendieron 22 accidentes (con tres heridos graves) y en 2014, 23. Echando la mirada más atrás, entre 2005 y 2015 se tiene constancia de 96 accidentes, con 132 vehículos implicados, 100 heridos leves, 21 graves y tres fallecidos.

En 2016, los ayuntamientos de Llutxent, Quatretonda, Pinet y Benicolet aunaron esfuerzos para reclamar a la Generalitat la remodelación de la vía, largamente esperada en la comarca. Durante la pasada legislatura, la conselleria anunció inversiones de mejora de la seguridad vial tras varios años de sequía, con la construcción una rotonda en el acceso a Benigànim (en el cruce entre la CV-610 y la CV-61) y la eliminación de las travesías de Llutxent-Benicolet mediante las variantes proyectadas.

Ausencia de arcén y de visibilidad

Pero el acondicionamiento integral de la carretera no figura en la hoja de ruta de la Conselleria de Movilidad para los próximos años, definida en el Plan Uneix. El trayecto entre Quatretonda y Llutxent es el que concentra el mayor número de siniestros por la ausencia de arcén. Un peligro para los coches que se acentúa como consecuencia de un cambio de rasante, unido a los problemas de visibilidad y seguridad y a la elevada sinuosidad de la carretera, que, además, registra un fuerte desnivel y multitud de «accesos incontrolados» con los que se topan los vehículos. El consistorio de Llutxent planteó hace tres años un estudio técnico que fijaba en 4 millones de euros la inversión mínima necesaria para eliminar y arcenes y reducir la peligrosidad de las curvas en el tramo de 11 kilómetros que conduce hasta Quatretonda.

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