Casi un mes después de que la DANA del pasado septiembre pusiese patas arriba la comarca, la recuperación está lejos de ser completa. Más allá de los daños en las cosechas, que se podrán cuantificar con el paso de los meses, los efectos del temporal aún se notan de forma grave en algunas infraestructuras. Tal es el caso de las carreteras CV-651, de Moixent a Aielo, y la CV-562, entre Moixent y Fontanars, que permanecen cortadas a día de hoy. Para abordar esta problemática, la Diputación de València aprobó ayer la declaración de obras de emergencia para las actuaciones necesarias en las carreteras, protocolo que se activa para restaurar cuanto antes estas vías. La inversión prevista asciende a 1,2 millones de euros, según los técnicos de la Diputación.

El decreto, que firmó ayer el presidente del ente provincial, Toni Gaspar, responde al informe elaborado por los técnicos del área de Carreteras, que evaluaba los desperfectos en toda la red provincial. No obstante, los daños más graves se detectaron en la demarcación de l'Alcúdia de Crespins y en las comarcas de la Costera y la Vall d'Albaida, donde además de las dos vías cortadas, están afectadas la CV-654, la CV-655 y la CV-668, las dos últimas entre Fontanars dels Alforins y el Pou Clar de Ontinyent. Tras analizar los desperfectos causados por las lluvias de la DANA, con desprendimientos, derrumbes, daños en los sistemas de contención y en la señalización, mordientes de carretera y socavones en firmes y muros, los mismos técnicos de la Diputación cifraron en 1.200.000 euros la inversión aproximada para recuperar la normalidad, en el menor tiempo posible, del funcionamiento de la red viaria y las comunicaciones en las comarcas de la Vall y la Costera.

Intervención de la CHJ

Algunas de las intervenciones que se han de realizar, las que afectan a cauces y obras de drenaje, necesitan además la autorización de la Confederación Hidrográfica del Júcar, para lo cual se requieren estudios técnicos hidrológicos e hidráulicos pertinentes para obtener dicha autorización. Estos estudios previos, no obstante, ya están incluidos en el presupuesto estimado por el área de Carreteras de la Diputació. Una vez decretada la emergencia de las obras puede ponerse a trabajar de inmediato en la reparación de daños junto a la empresa que se encarga de la conservación en la denominada demarcación de l'Alcúdia de Crespins, aunque la Diputación de València aún no ha podido determinar una previsión de fechas en las obras.

Con estas actuaciones, que la Diputación considera de emergencia por su excepcionalidad y gravedad y exceder los recursos económicos del contrato de conservación de estas vías, el ente provincial inicia el proceso de restauración de las carreteras afectadas por inundaciones, desbordamiento de cauces, arrastres de tierras, desprendimientos de piedras y derrumbes de obras de drenaje. Con todo, los trabajos tratarán de evitar al mismo tiempo nuevos incidentes en futuros episodios de adversidad meteorológica como los que se vienen experimentando cada vez con más frecuencia de un tiempo a esta parte.