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Un recorrido por la obra de Segrelles en tres dimensiones

La artista plástica Reme Tomás inaugura hoy en Albaida su exposición dedicada al genio local

Un recorrido por la obra de Segrelles en tres dimensiones

Segrelles, en tres dimensiones. La exposición Modelant la Il·lustració-J. Segrelles by Reme Tomás se inaugura hoy viernes en el Palau dels Milà i Aragó y supone otro acercamiento más de la creadora albaidense a la producción de su paisano, el prestigioso pintor e ilustrador internacional José Segrelles, fallecido hace ahora 50 años. Reme Tomás da a conocer las obras con las que ha participado esta última década en diversas exposiciones, diferenciadas en dos líneas pero con una misma materia: la cerámica. De un lado, las terracotas emanadas a partir de la esencia iconográfica de Segrelles, con las que ha dado a conocer su trabajo propio y la obra de Segrelles en emblemáticas casas y museos modernistas. Por otra, una segunda línea dada a conocer en colectivas, individuales, festivales, concursos «más conceptual, geométrica y minimalista con la cual se está haciendo un sitio en el arte contemporáneo y que arranca cuando decide realizar los estudios de Grado en Artes Plásticas a la Escuela de Arte y Superior de Cerámica de Manises».

El periplo de Modelant la Il·lustració - J. Segrelles by Reme Tomás en diferentes configuraciones hasta llegar a esta muestra de ahora ha llevado a la exposición a espacios como la Casa Museo del Pintor Segrelles de Albaida (2010); el Museo de Cerámica de Onda (2012); la Casa Museo Modernista de Novelda (2014); a la Casa Navàs de Reus, en Tarragona (2017) o este año, el de los actos del 50º aniversario del fallecimiento de Segrelles, al Centro Museístico Antic Hospital de Sant Marc de Gandia.

El alcalde de Albaida, Josep Albert, ha señalado que Reme Tomàs «es una artista siempre en busca de un universo propio y muy original» pero, a la vez, «muy ligada íntimamente a la estética de Segrelles y las sensaciones que éste genera». Es por ello que la producción de la escultora es, a la vez, «una importantísima contribución a la difusión, también, de la obra del maestro», ha destacado el primer edil. Albert alaba, finalmente, a todos aquellos creadores plásticos «que han bebido de Segrelles y se han dejado llevar por la fantasía y los encantos segrellesistas», recalca.

«Las mil y una noches»

En esta exposición, Reme Tomàs presenta sus trabajos en terracota e interpreta a través de la arcilla diferentes obras escogidas entre un centenar de las ilustraciones que Segrelles realizó para Las mil y una noches entre los años 1932 y 1956 y que editó Salvat desde Barcelona. «Son interpretaciones escultóricas, audaces recreaciones que nos permiten disfrutar de cada detalle, de cada figura y que gracias a la tridimensionalidad nos ofrecen una visión diferente de las ilustraciones segrellesianas», destaca el catálogo oficial de la muestra, que permanecerá abierta al público hasta el próximo día 12. Pero la muestra tiene más: las esculturas de la serie Los siete pecados capitales, otra de las aportaciones más señaladas del ilustrador albaidense fallecido en 1969. Se trata de las acuarelas más fieles al estilo modernista dentro de la producción de Segrelles, y supuso su presentación en el mundo editorial internacional en el año 1925 coincidiendo con el gran acontecimiento que da nombre a esa vanguardia, la Exposición Internacional Art Déco de París que le conduciría a la de Barcelona, que tuvo lugar en el 1929.

Bernardo Montagud, de la Real Academia de Bellas Artes de San carlos, dejó escrito en 2010 sobre las interpretaciones de Reme Tomás que «a José Segrelles, tan poco dado a tener en su taller discípulos y seguidores, le hubieran encantado estas recreaciones» ya que «tal vez impactado por la tridimensionalidad de su obra, hubiera contemplado con avidez su plasticidad [...] y hubiera acariciado con gusto la textura de la arcilla». Mientras que el afamado crítico Román de la Calle, presidente de la academia, señalaba en 2014 que Reme Tomàs acorta la distancia que va «de las expresivas bidimensionalidades cromáticas a los inquietantes volúmenes de terracota». Al tiempo que destaca el «marco de experiencias compartidas» que siempre supone reinterpretar otra obra

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