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Polémica

Vecinos del casco antiguo y la oposición cuestionan el futuro ascensor en la muralla de la Vila

Los habitantes del barrio protestan por la "desinformación" acerca del proyecto desde que el consistorio de Ontinyent recibió una subvención de los fondos Feder

Imagen de archivo de la muralla de la Vila de Ontinyent. perales iborra

Accesibilidad y patrimonio arquitectónico forman una pareja condenada a bailar, a pesar de los pisotones que puedan producirse. Ontinyent vive el último desencuentro entre ambos. La instalación de un ascensor panorámico en la muralla de la Vila, que conecte el lecho del río Clariano con el casco antiguo de Ontinyent, ha despertado las críticas de los vecinos de la zona, quienes han manifestado su descontento por una obra que, entienden, destroza la estampa del casco antiguo. Hoy estaba convocada una reunión entre representantes municipales y vecinos de la Vila para abordar la actuación, después de varios meses en los que la neblina ha rodeado el proyecto de obra.

Y es que el Ayuntamiento de Ontinyent no se ha pronunciado al respecto desde que, en mayo de 2015, recibiese una subvención de los fondos Feder de la Unión Europea para llevar a cabo el proyecto del ascensor y la rehabilitación de la muralla. Entonces, la obra quedaba a la espera de que los informes pertinentes le diesen luz verde. Según ha podido saber este diario, varias asociaciones han preguntado por el estado de los informes, sin que hayan recibido respuesta. Los habitantes del lugar, mientras, han seguido reiterando su oposición frontal al ascensor de la muralla de Ontinyent. Por otro lado, en la oposición al gobierno municipal también se han movido posiciones en contra de la instalación de este ascensor en el casco antiguo de Ontinyent, según dejan caer. Algunos apuntan incluso a que las protestas efectuadas hasta ahora en privado y hacia los vecinos podrían tomar forma oficial en los próximos días.

Un proyecto de 1,2 millones

Tal como ya informó este periódico en marzo de 2018, las obras del ascensor y la restauración de la muralla norte de la Vila constituían una actuación enmarcada en el programa Riu Viu del gobierno municipal de Ontinyent, con un presupuesto de 1,2 millones de euros. Para desarrollarla, además de la subvención de los fondos Feder, se precisaba de una aportación municipal a la que el consistorio ya se comprometió entonces. Según explicó en su momento el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, el proyecto redundaría en beneficios para la ciudad por dos vertientes. Por un lado, convertirían el río Clariano en un punto de conexión del municipio, no de separación. Por otro, los trabajos supondrían la puesta en valor de la muralla y facilitarían el acceso y la comunicación del barrio de la Vila, con una trama urbana compleja. Unas explicaciones que nunca han convencido a los vecinos de la Vila.

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