Pero todo escrito de Pérez Ferri, ocasional columnista de esta edición de Levante-EMV, no es posible sin esa nostalgia incurable que siente. «No es ya los cines... Es que los recreativos o las discotecas de esos años ya no existen. Se han volatilizado», explica. Para señalar que solo hay «restos arqueológicos» como el luminoso del cine Avenida, que sobrevive en la fachada pese al cierre del negocio hace más de dos décadas. O los paneles en los que se incrustaban las fotos de la película en el acceso al aparcamiento de la avenida de Selgas, el Terraza Alameda. Eso sí, a algún sitio hay que ir a ver el cine en pantalla grande. Y pese a que el formato de multicines de centro comercial no le seduce, el autor reseña algunas de las cintas que ha visto en el Axion del CC Plaza Mayor. Como La red social o Las ventajas de ser un marginado.

Pero lógicamente, el Saetabis, el Avenida y el Gran Teatro son los depositarios de sus mayores recuerdos cinéfilos. En la sala de los Segrelles vio ET. El extraterrestre, Jasón y los argonautas, Aterriza como puedas, Un pez llamado Wanda, King Kong, La lista de Schindler... en el coliseo de Sant Doménec: El baile de los vampiros, La profecía, Gremlins, ¿Quién puede matar a un niño?, La aventura del Poseidón, ente otras. Mientras que del Saetabis (Saetabis 1 y la sala 2, para minorías) resalta, entre otras, el que quizá sea el mayor acontecimiento cinematográfico de Xàtiva de los últimos 25 años, Titanic, estrenada en 1997. Sin olvidar Cazafantasmas. O títulos míticos como Apocalypse Now, El nombre de la rosa o La matanza de Texas, por citar algunas.

Cine para todos los gustos

El repaso a las cien películas vistas por el autor del libro es también un repaso por las peculiaridades de la exhibición en una ciudad como Xàtiva. Y llama la atención la indiscriminada mezcla de títulos de autor, de reposiciones de cine antiguo o de la cartelera más zafia en una misma sala. De Esteso y Pajares a Shakespeare in love; del cine de comedia al terror de serie B; de la joya culta al blockbuster...