No abundan las exposiciones como la que José Ramón Blesa (Xàtiva, 1956) muestra hasta el sábado en la Casa de la Cultura. El artista plástico ha reunido cerca de cuarenta cuadros en una individual con un único motivo: el agua y su escasez. Pozos sobreexplotados en la India, suelos cuarteados por la sequía en Africa, niños en paisajes agrestes... La exposición «es un homenaje y una crítica», explica. Homenajea a las personas que se sobreponen a este problema y hacen esfuerzos diarios que el ciudadanos acomodado no conoce. Y crítica «porque estamos destrozando el planeta», señala.

Algunos cuadros, por otro lado, son retratos de una tribu de África. Y en ellos Blesa muestra rostros muy expresivos «de gente que se disfraza como acto festivo; las llamo pinturas de guerra. Pero no una guerra bélica sino una guerra de búsqueda; la búsqueda diaria del agua para sobrevivir». La pátina comprometida que tiene la muestra es mayor si cabe con una serie de dichos, refranes o citas literarias en torno al agua con las que el pintor ha rotulado algunos de estos acrílicos.

La exposición, explica Blesa, comenzó a prepararla hace dos años. «Reservé la Casa de la Cultura, que hay que hacerlo casi dos años antes, y me puse a hacer una serie de este tema en exclusiva. Así y todo se me han quedado algunas cosas fuera, por falta de espacio», añade. De todos modos, pintar esta colección centrada en la lucha diaria por el agua no ha impedido «que siga pintando, simultáneamente, otras cosas», según añade.

Además de por su propia pintura, Blesa es un referente formativo en la Costera: estuvo 17 años contratado en l’Alcúdia de Crespins enseñando a pintar y dibujar, y lleva ya casi otros tantos con su escuela privada. En Canals, y ahora también en Xàtiva. «¿Maestro de pintores? Lo soy porque me gano la vida dando clases, pero eso de maestro en un sentido más amplio... Dejémoslo en que enseño a pintar, pero no sé si maestro en el sentido de que otros me tengan como referente, como guía», explica sobre su trayectoria.

En todo caso, son incontables los alumnos que han pasado por sus clases en estos más de treinta años. Muchos, qué duda cabe, sin impregnarse demasiado del hecho pictórico. Pero bastantes otros sí. «De eso sí que me siento satisfecho; de ver la evolución de algunos de ellos. Unos han continuado pintando, otros han hecho Bellas Artes en la universidad y son profesores...», cuenta.

Con el grupo l’Aire Lliure

Habitual de los concursos locales, de las exposiciones colectivas e integrante del grupo l’Aire Lliure, Blesa —que, en contra de lo que pudiera pensarse, no ha viajado a ningún sitio para pintar los cuadros de esta última muestra— reivindica la pintura al natural, como la del citado grupo. «Nuestras salidas casi todos los fines de semana son algo más que pintar; es un ámbito de reunión, de comunicación entre nosotros... Trabajar al natural es otra película. Los matices, los colores. Me siento especialmente a gusto con esas salidas y no dejo nunca de hacerlas», afirma.