La historia y la economía recientes de Benigànim no se conciben sin la empresa Beniplast-Benitex, un emporio que llegó a emplear a 500 personas en sus mejores momentos y que es un referente en la fabricación de plásticos para el sector agrícola. Su fundador, el conocido empresario Vicente Cuquerella, era despedido ayer en su localidad tras fallecer el martes a los 80 años. Cuquerella fue también muy célebre en el mundo del fútbol puesto que tras la conversión del Valencia CF en sociedad anónima deportiva fue durante un tiempo el máximo accionista del club; un máximo accionista al que muchos cortejaron para hacerse con el control o auparlo a la presidencia pero que nunca quiso aventuras.
Cuquerella deja viuda, Conchín Ruiz; dos hijos, José Miguel y Vicente, y cuatro nietos. Tuvo otro hijo, Emilio, fallecido en 1990 en accidente de tráfico con tan solo 17 años. Aquel duro golpe marcó al empresario. Por el incansable apoyo de su empresa a la UD Benigànim, años después el campo de fútbol pasó a llamarse Emilio Cuquerella en honor al hijo desaparecido. Esta denominación ya no se mantiene en la actualidad.
El ahora fallecido tenía serios problemas de corazón desde hace tres años, lo que hizo que estuviera ya totalmente alejado de la gestión de la empresa y que la dirección la ejercieran sus dos hijos. Residía en Valencia. Y pese a que la salud le alejó de la fábrica y de su Benigànim natal, trataba de mantener fuertes los lazos con el pueblo. Ayer destacaban de Cuquerella el enorme respaldo brindado por su empresa a la cultura, las fiestas o el deporte de la localidad y los incontables patrocinios que llevó a cabo la firma Beniplast-Benitex. También destacaron de él que tuvo la oportunidad de desvincularse totalmente de la propiedad en varias ocasiones a través de notables ofertas externas, pero siempre quiso mantener a flote la empresa con sus propios medios o con su presencia en el accionariado. La firma, sin la potencia empleadora que tuvo años atrás, todavía es de las mayores de laVall ya que da trabajo a alrededor de 250 personas.
La parroquia de San Miguel Arcángel de Benigànim acogió ayer por la tarde la misa funeral de Cuquerella. La capilla ardiente había quedado instalada en el tanatorio Inés Benavent. La empresa paró totalmente la producción ayer en señal de luto. A la despedida acudieron cientos de personas, dado que el vínculo con los Cuquerella alcanza de una u otra forma a casi todas las familias de Benigànim.
