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Comercio

El cierre de otra tienda de las de toda la vida

Estellés 2, que ha vestido a tres generaciones, baja la persiana definitivamente después de más de 40 años abierta en Xàtiva

Vicent y Amparo, propietarios de Estellés 2, esta semana en la tienda que cierra sus puertas. perales Iborra

El que tal vez sea el comercio más antiguo de Xàtiva con el mismo propietario que lo abrió, hace más de 40 años, baja la persiana. Una tienda emblemática, de las que han contribuido a que Xàtiva fuera considerada una ciudad comercial, desaparecerá el próximo día 30. Estellés 2, situada en la avenida Selgas, cierra después de casi 41 años por jubilación de los propietarios. Vicent Estellés, fundador del establecimiento en marzo de 1979, ronda los 65 años y quiere reducir el frenético ritmo laboral que lleva desde los 16. No hay relevo generacional „el hijo y la hija son profesores„ y la tienda de ropa que ha vestido a niños (mayoritariamente) y adultos en las últimas cuatro décadas está a punto de ampliar la nómina de comercios de toda la vida a los que Xàtiva ve colgar el cartel definitivo de cierre. El establecimiento desaparecerá, pero Vicent seguirá vendiendo por los mercados hasta llegar a la jubilación.

Estellés 2 nacía en 1979, cuando Vicent Estellés, su fundador, regresó de la mili y con 23 años abrió el negocio. Antes, a los 16 años, inauguró con su padre la también emblemática tienda El Cordobés, en la plaza del Mercat. Al ser requerido para el servicio militar, El Cordobés quedó en manos de su padre y su hermana, y cumplida la obligación militar, Vicent regresó a Xàtiva para levantar una nueva tienda que fue pionera, una avanzada a su tiempo, con la venta de géneros de ocasión. Las populares y conocidas tiendas outlet actuales tuvieron en Estellés 2 a su precursor, con «artículos más baratos, pero sin restar calidad», remarca Vicent.

Estellés 2 hacía así su aparición en la época comercial más boyante. Vicent y su mujer, Amparo Diego, vivieron en los 80 y 90 los mejores años del negocio. «Cada 15 o 20 minutos entraba un autobús a Xàtiva, gente que venía a comprar. Xàtiva era un gran centro comercial y venía mucha gente». La tienda daba empleo a dos trabajadores más, además de los dos propietarios, y la venta de ropa para niños (70 % de los artículos, ya que servían también uniformes de colegios de Xàtiva, Ontinyent o Canals), y para hombre y mujer, crecía. Unos tiempos en los que el comercio era un sector económico tan importante que los horarios comerciales pasaron a ampliarse. «Hemos llegado a abrir a las tres y media de la tarde, aunque siempre hemos mantenido un horario fijo, lo que ha contribuido también a ganar la confianza de los clientes», afirma Vicent. También ha contribuido el tener productos nacionales, «fabricados en España. Nuestros proveedores siempre han sido de aquí», dice.

Trato personal con el cliente

Han sido años en los que era habitual fiar a los clientes „«si cobráramos todo los que nos han dejado a deber...», señalan los propietarios para mostrar el nivel de «confianza» con la clientela propio de épocas pasadas. Y años en los que negocios familiares como Estellés 2 forjaron un trato personal y cercano con los clientes. «Más que clientes son amigos, familia. Ese trato personal con la gente es lo que nos ha hecho durar tantos años», aseguran.

Un trato que ahora ha cambiado. «Ya no hay oficio, nos hemos quedado desfasados. Ahora la gente no quiere que la atiendan, nos hemos convertido en dobladores de ropa», señalan Vicent y Amparo. «Antes la gente se interesaba por la ropa, preguntaban cómo estaba confeccionada, de qué materiales, la marca. Ahora, con la venta online y los centros comerciales todo eso ha cambiado, la mentalidad de la gente ha cambiado. Ahora ya no es importante el producto, el artículo, sino que la marca ahora es la tienda donde se compra», explica.

Vicent y Amparo han visto la evolución del comercio en general y en Xàtiva en particular. De la plenitud de los años 80 y 90, al declive de «finales de los 90. Las ventas y la producción comenzaron a bajar. Hemos visto cerrar muchas fábricas, en València prácticamente ya no quedan». Afirman que «hemos trabajado mucho, en los mercados, en la tienda, los sábados,... Antes la venta de un sábado te arreglaba la semana y ahora los sábados casi todos cierran por la tarde. Nosotros solo hemos cerrado una semana al año, después de Fira». Porque en la semana grande de la fiesta de Xàtiva, Estellés 2 también abría. «Muchas horas y con calor, pero hemos conocido a mucha gente, muchos fireros son ya amigos. Antes, durante la Fira se vendía mucho, era una paga extraordinaria. Final de verano, lo liquidábamos todo». Una época, los 80 y 90, en la que el ritmo de trabajo era tan elevado que Vicent se hizo socio del Valencia CF como excusa «para tener una tarde libre», señala.

Auge y declive del comercio

Ahora les llega el momento de disfrutarlo. Aseguran que no añorarán la rutina comercial, abrir todos los días, levantarse a las cinco y media,... «Tengo ganas de aburrirme, de disfrutar de mi nieta lo que no he podido disfrutar de mis hijos», afirma Amparo, que está en el negocio desde los 14 años. Vicent, operado del corazón, añade que «hemos trabajado mucho, y lo hemos hecho muy a gusto. Pero ya nos toca descansar», dice. Quieren viajar más y con tiempo. Estellés 2, que ha vestido a tres generaciones, echa el cartel de cerrado. Definitivamente.

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