Jaime Ferre, Jordi Bellver, Luc Alexander y Alejandro Olmo se dirigen entre ellos con sus nombres artísticos: Reason, Mistilo, Mantekillah y Nu-Klear, así que este artículo no será menos. Lo que han vivido en los últimos meses, desde que fundaron Licor Colecta, tiene algo de historia de película, por el cúmulo de eventos que parecen surgidos de la nada, como golpes de guion; al pararse para hacer retrospectiva, y a pesar de que todo cuanto ha pasado nace de su propio esfuerzo, admiten que aún les cuesta creérselo. El caso es que este grupo de cuatro jóvenes, vecinos de Bocairent, Ontinyent y la vecina Banyeres de Mariola, desconocidos hasta que el rap les unió en su adolescencia, completaron el verano pasado una gira de dos semanas por el oeste de los Estados Unidos en la que acabaron dando el doble de conciertos de los que tenían cerrados inicialmente. Ahora, encaran el 2020 a las puertas de publicar el que será su primer disco, Gods on Dope, que han grabado y editado en Petaca Records, su estudio en Bocairent.
En esta localidad, de algo más de 4.000 habitantes, han logrado organizar y consolidar el Bekirent Rap, un festival que ya es referencia en las comarcas centrales y que este año celebrará su quinta edición. Si resulta difícil mantener y promover tan lejos de la capital una iniciativa musical, más aún en el caso del rap, un estilo que se desarrolla eminentemente en entornos urbanos y que lejos de ellos, admiten los miembros de Licor Colecta, aún guarda cierto estigma como una simple etapa de la adolescencia. Quizá por eso acabaron encontrándose cuatro jóvenes de tres pueblos distintos: «Éramos gente que hacía rap, cuando nadie más hacía nada parecido por aquí», recuerda Mistilo. En aquellas primeras colaboraciones encontraron una complicidad sobre el escenario que no podían ignorar, y en 2018 acabaron uniéndose en Licor Colecta.
Durante aquel año, con el apoyo de las carreras que cada uno había desarrollado en solitario, grabaron sus primeros videoclips y dieron sus primeros conciertos en salas de las comarcas centrales. Y en verano, el contacto con la cantante Vel the Wonder se convirtió en otro de esos saltos de guion en la vida de Licor Colecta.
Largo viaje
La rapera mexicana, afincada en Los Angeles, había dado algunos conciertos en Francia, y quería acudir a España a coronar una minigira europea. Mantekillah contactó con ella y le organizó el viaje, al que se unió el grupo. «Conectamos muy bien, tocamos con ella en Madrid, València y otras salas, y al año siguiente nos invitó a acudir con ella a los EE. UU.», explica el rapero de Ontinyent. El grupo no se pensó demasiado si aceptar la invitación. «Nos tiramos de cabeza, claro. Pero iba a ser un esfuerzo económico importante, y teníamos que aprovecharlo al 100 %. No podía ser un viaje turístico. Lo planeamos con tiempo y pudimos tener cerrados algunos conciertos por allí», explica Reason. Como un Erasmus concentrado en quince días, los cuatro miembros de Licor Colecta vivieron una semana en Orange County, California, y otra semana en Boulder, cerca de Denver, Colorado, en las casas de amigos que conocían del año anterior. «Dormíamos en el salón de casa, y hacíamos comida para nueve», recuerda Reason.En lo musical, los cuatro coinciden en el éxtasis rapero que supuso para ellos. «Es un país que lo respira. Caminas por el aeropuerto y suena Notorious B.I.G.», ejemplifica Killah. «Nos reventó los esquemas de lo que es la vida y el rap, que vimos cómo se puede hacer de forma muy profesional». Tenían cerrados cuatro «bolos», pero varios propietarios de salas contactaron con ellos tras ver alguno, para traérselos a la suya. «Aparecíamos sobre el escenario con un micro para los cuatro, chillándole a la gente, que se venía arriba», rememoran. Una autenticidad que agradó a sus colegas estadounidenses: acabaron celebrando cuatro conciertos más de los previstos, y medios y radios especializadas, como la Hits 101 Radio, les entrevistaron sobre la experiencia. Lo que más les impresionó, con todo, de EE. UU., fue la cultura de industria musical, que incluso en un ámbito alejado de lo comercial se concibe en términos profesionales.
Nuevo disco en marzo
De allí volvieron unos Licor Colecta distintos, más dedicados, si cabe, a la música. «Por aquí se nos veía solo como unos chavales que llevan pantalones anchos», bromea Mistilo, «pero con el tiempo a partir de entonces la gente vio que íbamos en serio. La respuesta ha sido muy buena», añade. Desde el año pasado trabajan en Gods on Dope, su presentación en formato disco, que verá la luz a principios de marzo. Un trabajo en el que han querido volcar la que es la principal característica de su estilo, el carácter cooperativo que imprimen a cada tema. «Cada uno tiene un rollo distinto. Representa sus propias ideas y se exprime a sí mismo, y luego todo se pone en común», cuenta Reason, estilo que sintetiza luego en un «rap de pueblo, de identidad propia». Una identidad que, como les ocurre sobre el escenario, refleja la conexión involuntaria que es la amistad que mantienen, y que les ha llevado a exprimirse al máximo para Gods on Dope. «Hemos organizado nuestra vida en torno a esto, buscando trabajos compatibles», comenta Reason. «En Bocairent, Banyeres u Ontinyent uno no encuentra grandes posibilidades, por lo que la gente tiene ganas y hambre de mostrar qué se hace por esta zona». Un hambre que lleva a no haber tocado aún en Barcelona y a lanzarse a una gira en EE. UU. A construirse un estudio propio en Bocairent, y encerrarse hasta sacar un disco. El resultado, en marzo.
