Canals se despertó ayer en el segundo día de sus Festes a Sant Antoni con una extraña sensación en el cuerpo. La noche anterior, dos horas después de que empezase a arder, la base de la Foguera falló y la estructura se vino abajo. Era la primera vez en la larga historia del monumento que algo así ocurría, por lo que el suceso estaba en boca de todos cuando, a las ocho de la mañana, la despertà retomaba los actos festivos. Con todo, la normalidad fue la nota predominante de la jornada, y tanto para los que trasnocharon como para los que se retiraron pronto para continuar con los actos a primera hora, la caída de la Foguera de Sant Antoni quedó tan solo como un extraño sueño. Se recordará, pero lo verdaderamente importante es lo que seguía a continuación. Festa avant!

A las once, en la Misa Mayor en la parroquia de Sant Antoni Abad, ante los restos de la Foguera „que servían para que multitud de vecinos compartiesen un almuerzo de torrà„, la multitud presente conversaba sobre el hecho. Los comentarios se centraban en las causas de la caída. «Tanta seguridad con el paso de los años para que al final acabe cayendo», ironizaba uno de los canalencs. «Fue por los bomberos, al estar echando agua tanto rato, que acabaron debilitando la estructura»; «estaba hueca por dentro, era normal que se derrumbara», discutían otros dos mientras llenaban su parrilla de longanizas para torrar. Poco dramatismo, en cualquier caso, dado que la fortuna y el perímetro de seguridad establecido alrededor de la pira evitaron que se produjesen daños personales.

87

Cremà de la Foguera de Canals en honor a Sant Antoni Abat

Los responsables de levantar el monumento, bautizado este año como Puça Protegida, eran ayer los más afectados por la caída de la Foguera. El ayuntamiento ha concertado una reunión con ellos y los técnicos municipales el próximo lunes, para esclarecer las causas del derrumbe. El conocido periodista Eugenio Mallol, vecino de Canals, apuntaba una hipótesis al respecto del motivo: la introducción de grúas en el proceso de construcción, realizada con troncos enteros y no con secciones cortadas, como se había hecho tradicionalmente.

La Foguera cayó justo entre el número 16 de la Plaça Major y el edificio del pub El Goleró, llevándose por delante el canal de desagüe que bajaba por la fachada „que debido al calor se deformó„, algunas tejas y adoquines del suelo. A pesar de la espectacularidad del desplome, no se produjeron daños graves en las ventanas o las puertas de los dos edificios. El dueño de El Goleró estaba preocupado ayer por si el seguro cubriría estos desperfectos; dada la excepcionalidad del incidente, sus dudas sobre si las pólizas lo incluirían eran más que razonables; no obstante, la alcaldesa, Mai Castells, aseguró que el consistorio se encargará de restañar los daños.