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Temporal

La nieve derriba otra casa en el Barri Medieval de Bocairent

El consistorio destaca que el derrumbe hace patente la necesidad de inversiones en la zona

Restos de la casa derrumbada en el casco histórico. juan vañó

El pasado martes Bocairent perdió otro pedazo de su historia. La intensa nevada que la localidad vivió en el marco de la borrasca Gloria provocó el derrumbe de una de las antiguas casas de su Barri Medieval. No hubo que lamentar ningún daño personal, ya que el edificio, como el domicilio adyacente y otros muchos del casco histórico bocairentí, estaba deshabitado. Fue a las nueve de la noche, un derrumbe que sobresaltó a los pocos que pudieron escucharlo. Al día siguiente, los vecinos y vecinas del Barri Medieval acudieron para comprobar cómo los escombros de la casa habían invadido la calle y parte del pequeño mirador construido recientemente.

Se trata de otra muesca en el carcomido ánimo del Barrio Medieval de Bocairent, una de las joyas del medievo arquitetónico valenciano. La casa derruida esta semana se encuentra cerca de la plaza de Sant Joan, zona en la que otro inmueble deshabitado se derrumbó en la primavera de 2017. La que cayó el martes era una de las casas en situación de ruina recogidas en la lista de la Associació de Veïns del Barri Medieval, el activo colectivo de habitantes del casco antiguo. «El Ayuntamiento de Bocairent conocía el estado de la casa que ha caído. Se comunicó varias veces cuando se construyó el mirador junto a ella», explicaba ayer a este periódico una de las integrantes del colectivo vecinal. El consistorio revisó ayer el tendido eléctrico, afectado por el derrumbe, y en los próximos días realizará trabajos para asegurar la casa de al lado, según explicó a este periódico Xavier Molina, alcalde de Bocairent.

El nuevo derrumbe ha hecho patentes las urgentes necesidades del Barri Medieval de la localidad que vienen reclamando consistorio y vecinos. El pasado mes de octubre, cuando Bocairent se quedó fuera de las ayudas del Plan Arru de rehabilitación de entornos urbanos a pesar de contar con la puntuación mínima necesaria, el gobierno local se movió para protestar ante la Generalitat. Ayer, Molina se volvió a referir a este programa de subvenciones como una de las grandes esperanzas para el Barri. «Seguimos pensando que es una línea vital, pues permite actuar sobre propiedades privadas. Ha de llegar», reclamaba.

El principal problema del Barri Medieval reside precisamente en las propiedades privadas. Se cuentan por decenas las casas vacías repartidas por todo el casco antiguo, un abandono que en muchos casos dura décadas y que las ha transformado en focos de insalubridad; en el peor, cuando caen, supone una pérdida patrimonial y un peligro para los vecinos y vecinas y sus casas. No obstante, el ayuntamiento encuentra dos obstáculos insalvables a la hora de afrontar esta problemática: las trabas administrativas para actuar sobre los inmuebles, a pesar de que los propietarios lleven años sin aparecer, y la falta de recursos. Ahora mismo, en las propiedades privadas del Barri Medieval tan solo se inyecta el dinero de las convocatorias anuales para la rehabilitación que convoca el mismo ayuntamiento, cuyo presupuesto ha pasado este año de 50 a 60.000 euros. «Pero es insuficiente. Necesitamos más recursos», pide Molina. El consistorio se encuentra a la espera de concretar una reunión con Elena Azcárraga, directora general de Vivenda i Regeneració Urbana, para trasladarle estas peticiones.

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