La directora general de Vivenda i Regeneració Urbana de la Generalitat Valenciana, Elena Azcárraga, se reunió ayer con miembros del Ayuntamiento de Bocairent con el alcalde, Xavier Molina, al frente; y la Associació Veïnal del Barri Medieval, representada por Xavier Pascual. Sobre la mesa estaba la urgente necesidad que vive el casco antiguo de acometer actuaciones en muchas de sus viviendas, actualmente deshabitadas y en un peligroso estado de abandono. Hace dos semanas, el paso de la borrasca Gloria se cobró en Bocairent el desplome de otra de estas viviendas, suceso que afortunadamente no provocó daños personales.
Tal y como ha venido apuntando el consistorio en estas mismas páginas, a las dificultades económicas para actuar en la zona se le añade las trabas administrativas que encuentra la actuación pública sobre la propiedad privada, a pesar de que ésta, como es el caso de los inmuebles degradados del Barri Medieval, esté en estado de abandono.
Así, ayuntamiento y vecinos plantearon a Elena Azcárraga cuatro planos de actuación. Por un lado, la posibilidad de realizar revisiones de inmuebles para comprobar de forma más detallada su estado y garantizar la seguridad; en esta línea, el consistorio pidió mecanismos y recursos para poder realizar intervenciones en las propiedades cuyos titulares no se hacen responsables. Por otro lado, el alcalde y los responsables municipales trasladaron a Azcárraga sus peticiones acerca de los planes de rehabilitación Arru, que en el ayuntamiento consideran «vitales» e «idóneos» para el Barri, según trasladaron anteriormente a este periódico. Por último, plantearon la puesta en valor de propiedades municipales como herramienta para revitalizar el Barri.
