La nueva Ley de Mancomunidades de la Generalitat Valenciana, refrendada por el Gobierno la pasada semana, se proyecta como un gran paso adelante en la comarcalización de la Comunitat Valenciana mediante el trasvase efectivo de varias competencias desde las respectivas diputaciones a las mancomunidades comarcales del territorio y el refuerzo económico de estas entidades. La medida ha sido recibida muy positivamente por las mancomunidades de la Costera y la Vall d'Albaida, dos de las quince instituciones valencianas de este tipo sobre las que se aplicará la ley. Según coincidieron ayer los presidentes de ambas mancomunidades, Vicent Gomar de la Vall d'Albaida y María José Tortosa de la Costera, este nuevo marco legal supondrá, en la práctica, consolidar los proyectos que ya tenían en marcha las dos entidades, con la delegación de competencias de facto y la puesta a su disposición de más recursos económicos por parte de la Generalitat, según destacaron ayer.
La Mancomunitat de Municipis de la Vall d'Albaida, con una estructura ya consolidada merced a un desarrollo de entidad que se alarga durante los últimos treinta años, ha formado parte de las reuniones para la elaboración de esta nueva ley desde los primeros encuentros. En este sentido, Gomar celebraba ayer en declaraciones para este diario que en el nuevo marco legal «se tienen en cuenta las reivindicaciones de las mancomunidades» respecto a las competencias que pasarán a asumir estas entidades, que tocan desde turismo hasta bienestar social. «Son ámbitos de la política de proximidad, que no tiene sentido que estén controlados desde València. Las necesidades de los pueblos se conocen en los mismos pueblos», manifestaba el presidente de la mancomunidad de la Vall.
La de la Vall es una de las entidades supramunicipales del territorio valenciano con más competencias asumidas, con Joventut, Igualtat, la perrera o el servicio de recogida de basuras, entre otros. La entidad cuenta con 35 trabajadores laborales, tres funcionarios y un presupuesto de unos cinco millones de euros. Gomar aseguraba, con todo, que la Mancomunitat de la Vall «ya está capacitada» para arrogarse las delegaciones que con la nueva reglamentación le corresponderán por ley. «La ley nos ha situado como referencia», reivindicaba, «Tenemos ya experiencia en la gestión de muchas áreas, cierto recorrido en los treinta años de la Mancomunitat. Ahora, con más recursos y más autoridad, pensamos que podremos ofrecer mejores servicios», valoraba ayer el también alcalde de la Pobla del Duc. El presidente puso especial énfasis en el punto de la nueva ley por el que las entidades mancomunadas tendrán la capacidad de reclamar las deudas a los consistorios morosos, lo que era una de las peticiones de la entidad de la Vall d'Albaida
Reorganización de la Costera
La Mancomunitat de la Costera-la Canal, por su lado, no cuenta con una estructura orgánica tan potente como la de la Vall d'Albaida, y su trabajo de vertebración con los distintos consistorios se desarrolla a partir de proyectos, talleres y subvenciones autonómicas y provinciales. «Es una mancomunidad de servicios», definía ayer María José Tortosa, presidenta de la entidad. Eso sí, con los nuevos recursos y competencias que desarrollen, Tortosa declaró que la mancomunidad espera consolidar su organización con puestos específicos y así poder desarrollar iniciativas ya proyectadas.
